Crecer con padres del mismo sexo: Hay diferencias?
Hoy nos gustaría hablar sobre el desarrollo de los niños que viven en familias del mismo sexo y transgénero.
Para ello, tenemos la suerte de contar con la Profesora de la Universidad de Cambridge, Susan Golombok, como una de nuestras expertas. La Profesora Golombok ha estudiado desde los años setenta si hay diferencias entre los niños que crecen en familias gays y los niños que crecen en familias heterosexuales. Más recientemente, también ha estado estudiando niños que viven en familias trans.
¿Qué dice su investigación? Todos sus estudios demuestran que los niños que viven con padres del mismo sexo se desarrollan igual (y a veces incluso mejor) en aspectos de salud, sociales, emocionales y academicos que los niños que viven en familias heterosexuals. Los niños que viven en familias trans tienden a mostrar los mismos resultados, aunque es importante señalar que la investigación sobre estas familias sigue siendo bastante limitada.
¿Por qué a los niños que viven en familias del mismo sexo les va a veces mejor que a los niños que viven en familias de diferentes sexos? El camino para tener hijos suele ser más difícil para los padres del mismo sexo porque a menudo tienen que recurrir a tratamientos de fertilidad, a la gestación subrrogada o la adopción. Estos procesos suelen ser largos y duros, y las parejas tienen que estar muy comprometidas a tener un hijo para no abandoner la idea por el camino. Por consiguiente, los investigadores creen que estos padres tienden a estar muy dedicados a sus hijos cuando consiguen tenerlos. Les dan mucho tiempo, dedicación y amor, y estos son los ingredientes necesarios para que un niño prospere.
Una pregunta que a menudo surge es si los niños que viven en familias del mismo sexo se identificarán con sus padres y serán también gay o lesbianas. Las estudios demuestran que los niños que crecen en familias del mismo sexo no son más propensos a ser gay que los niños que viven en familias heterosexuales o los que viven en hogares monoparentales.
Por lo tanto, parece que el desarrollo de un niño tiene poco tiene que ver con la identidad de género o la orientación sexual de sus padres. ¿Qué importa entonces? Lo que importa es lo que sucede dentro de la familia: los niños necesitan familias estables, que se quieran y poco conflictivas. Esto es lo que importa y no que sean gays, transexuales o heterosexuales.
Sí hay sin embargo, un riesgo importante para los niños que viven en familias del mismo sexo: la estigmatización social. Aunque el acoso abierto hacia estos niños ha disminuido en los últimos años, la estigmatización de bajo nivel sigue siendo bastante frecuente. Por ejemplo, el uso de la palabra “gay” de una manera peyorativa puede ser molesto y dañar a los niños.
Si estás interesado en este tema, echa un vistazo a la masterclass de la Profesora Susan Golombok, en la que que da muchos consejos útiles. Si tienes algún comentario o pregunta, no dudes en mandaronos un email a: hello@recparenting.com