Los psicólogos Baumrind, Maccoby y Martin citaron los cuatro estilos principales de crianza basados en el grado en que los padres son receptivos y ponen límites a sus hijos.
Estos cuatro estilos de crianza(1) son: autoritario, democrático, permisivo y negligente.
La paternidad democrática es el estándar de oro de la paternidad. Por el contrario, una crianza autoritaria, permisiva o negligente no es tan buena para los niños.
En este artículo vamos a explorar la crianza permisiva y cómo se relaciona con el desarrollo de los niños.
¿Qué Es el Estilo de Crianza Permisivo?

La crianza permisiva(2) (también conocida como crianza indulgente) se refiere a aquellos padres que son afectuosos, cálidos y receptivos con sus hijos pero no les exigen mucho.
Los padres permisivos quieren ser amigos de sus hijos. Evitan el conflicto. No supervisan a sus hijos ni les proporcionan orientación ni estructura.
Son muy receptivos a las necesidades de sus hijos, hasta el punto de que se les considera a su entera disposición.
Su estilo disciplinario es inconsistente. Un día pueden castigar a sus hijos por comportarse mal en la escuela, mientras que otro día el mismo comportamiento puede quedar impune.
Los Niños Criados por Padres Permisivos Tienen Más Probabilidades de:
- Ser impulsivos.
- No tener un buen rendimiento académico.
- Tienen niveles más bajos de competencia emocional.
- Mostrar índices más altos de mala conducta escolar.
- Mostrar conductas delictivas durante la adolescencia.
- Mostrar relaciones desviadas con sus compañeros durante la adolescencia.
- Mostrar comportamientos internalizantes (e.j., ansiedad) y externalizantes (e.j., agresión).
- Sin embargo, no todo es negativo para los hijos de padres permisivos.
- Suelen tener buena autoestima y buenas habilidades sociales(3).
¿Cómo Saber Si Eres Permisivo?
Eres permisivo si tiendes a:
- Dejar que tu hijo descubra las cosas por sí solo.
- Dejar que tu hijo haga las tareas del hogar cuando le apetezca.
- No saber dónde está tu hijo o con quién sale.
- Dejar que tu hijo decida cuándo irse a la cama, cuánto tiempo pasar frente a la pantalla o comer cuando quiera.
- Hacer lo que tu hijo te pida que hagas. Desde llevarle cuando te lo pida incluso si te resulta inconveniente hasta comprarle lo que te pida.
- Ceder para que deje de llorar o quejarse.
¿Por Qué los Hijos de Padres Permisivos Tienen Dificultades para Regularse?

Los padres permisivos no tienden a establecer reglas y expectativas claras, ni disciplinan a sus hijos de manera constante. Esto significa que los niños tienen menos oportunidades de practicar sus habilidades de regulación(4) porque rara vez experimentan frustración, decepción o enojo.
Como padres, es normal que queramos proteger a nuestros hijos de vivir eventos negativos. Pero debemos recordar que necesitan tener oportunidades de experimentar frustración, estrés y fracaso para que puedan aprender a afrontarlos.
¿Por Qué la Paternidad Permisiva Está Relacionada con el Comportamiento Delictivo?
Los padres permisivos no vigilan bien a sus hijos o no los vigilan en absoluto. Monitorear significa observar, supervisar y estar al tanto de las actividades de nuestros hijos. Los niños cuyos padres no los controlan tienen más probabilidades de relacionarse con el público “equivocado” y de comportarse de manera delictiva. Vigilar bien a nuestros hijos es importante, especialmente durante la adolescencia(5).
El objetivo es saber qué está pasando en la vida de su hijo. Si no está seguro de lo que significa monitorear a su hijo, piense en ello como: “Pregunte quién, pregunte dónde, pregunte cuándo”.
¿Es Cierto que Cuando los Padres Están Estresados Se Vuelven Más Permisivos?
El estrés que sienten los padres(6) influye en como educan a sus hijos. Los padres estresados tienen más probabilidades de volverse autoritarios o permisivos. Cuando haces malabares con muchas pelotas, a veces algo tiene que ceder. Eso puede significar relajar la paternidad y volverse más permisivo. Para otros padres, el estrés significa que tienen una “correa” más corta y se vuelven más autoritarios.
Los padres que pueden regular sus emociones cuando se sienten estresados tienen más probabilidades de mantener su autoridad. Por el contrario, aquellos padres que no pueden regular bien sus emociones, tienen más probabilidades de volverse autoritarios o permisivos cuando se sienten estresados.
Esto significa que es especialmente importante que los padres sean conscientes de su propio estado emocional y reflexionen sobre cómo puede estar influyendo en su crianza y en la de sus hijos.
¿Funciona la Paternidad Permisiva en Algunas Culturas?
Hay muchas investigaciones que muestran que en todas las culturas, el estilo que funciona mejor es el democrático. Sin embargo, es importante recordar que existen diferencias culturales en la crianza de los hijos. Hay algunas investigaciones que sugieren que en España(7) la paternidad permisiva puede ser tan buena como la paternidad autoritativa. Sin embargo, no está claro si estos hallazgos reflejan diferencias reales o si se deben a diferencias metodológicas en la investigación.

Soy un Padre Permisivo: ¿Cómo Puedo Volverme Más Autoritario?
La buena noticia para los padres permisivos es que ya son cálidos y afectuosos, sólo necesitan trabajar para aprender a establecer y cumplir reglas y expectativas.
Aquí hay cuatro consejos:
- Crea un conjunto de reglas: piensa en las tres reglas que consideres más importantes. Explícaselas a tus hijos y establece cuáles son las consecuencias si no las siguen.
- Establece expectativas: ¿Cuáles son los valores que te gustaría que tuvieran tus hijos? Dígales lo que espera de ellos y establezca expectativas.
- Deja ir el miedo: A veces los padres no quieren poner reglas ni expectativas altas porque tienen miedo de que sus hijos dejen de quererlos o de que no les agraden. Los niños necesitan límites.
Tu hijo nunca dejará de amarte porque tú le pones algunos límites y reglas. Puede que no les gustes por un tiempo, pero te amarán. Necesitamos ser los padres de nuestros hijos y no sus amigos. Nuestro papel es guiar a nuestros hijos y monitorearlos hasta que estén listos para volar el nido.
- No intentes cambiarlo todo al mismo tiempo: no es necesario establecer cien reglas estrictas de la noche a la mañana. Haga ajustes realistas y alcanzables y siga adelante.
- Puede ser aconsejable buscar un profesional. Nuestros terapeutas están listos para apoyarte Ponte en contacto con nosotros. Nunca es demasiado tarde para convertirse en el padre que quieres ser.
¿Qué Pasa con los Padres de Niños Neurodivergentes?
Como era de esperar, criar a niños neurodiversos es más estresante(8) que criar a niños con un desarrollo típico. Los padres de niños neurodivergentes tienen más probabilidades de enfrentar desafíos adicionales, como presión financiera, comportamiento infantil difícil, problemas de salud y horarios impredecibles. Como resultado, a los padres de niños neurodiversos les resulta más difícil ser autoritarios(9). Es más probable que se vuelvan permisivos o autoritarios.
¿Cuál Es el Mensaje Final?
La crianza permisiva no es la mejor manera de criar a nuestros hijos. En su lugar, trata de ser más democrático. Ya eres un padre cálido y afectuoso. Concéntrate en brindar más orientación y estructura a tu hijo. En REC Parenting estamos aquí para ayudarte con una gran cantidad de recursos y apoyo personalizado.
Por último, recuerda que ¡el padre perfecto no existe! Necesitamos intentar hacerlo bien tan a menudo como podamos.
Espero que encuentres esto útil. Si tienes alguna consulta o comentario, envíame un correo electrónico o deja un comentario a continuación.
Un abrazo,
Ana
Referencias
(1) Kuppens, S., Ceulemans, E. Parenting Styles: A Closer Look at a Well-Known Concept. J Child Fam Stud 28, 168–181 (2019). https://doi.org/10.1007/s10826-018-1242-x
(2)Wischerth, G. A., Mulvaney, M. K., Brackett, M. A., & Perkins, D. (2016). The Adverse Influence of Permissive Parenting on Personal Growth and the Mediating Role of Emotional Intelligence. The Journal of Genetic Psychology, 177(5), 185–189. https://doi.org/10.1080/00221325.2016.1224223
(3) Rose, J., Roman, N., Mwaba, K., & Ismail, K. (2018). The relationship between parenting and internalizing behaviours of children: A systematic review. Early Child Development and Care, 188(10), 1468-1486. https://doi.org/10.1080/03004430.2016.1269762
(4)Wischerth, G. A., Mulvaney, M. K., Brackett, M. A., & Perkins, D. (2016). The Adverse Influence of Permissive Parenting on Personal Growth and the Mediating Role of Emotional Intelligence. The Journal of Genetic Psychology, 177(5), 185–189. https://doi.org/10.1080/00221325.2016.1224223
(5)Hinnant, J.B., Erath, S.A., Tu, K.M. et al. Permissive Parenting, Deviant Peer Affiliations, and Delinquent Behavior in Adolescence: the Moderating Role of Sympathetic Nervous System Reactivity. J Abnorm Child Psychol 44, 1071–1081 (2016). https://doi.org/10.1007/s10802-015-0114-8
(6)Aznar, A., Sowden, P., Bayless, S., Ross, K., Warhurst, A., & Pachi, D. (2021). Home-schooling during COVID-19 lockdown: Effects of coping style, home space, and everyday creativity on stress and home-schooling outcomes. Couple and Family Psychology: Research and Practice, 10(4), 294–312. https://doi.org/10.1037/cfp0000182
(7)Garcia, F., & Gracia, E. (2009). Is always authoritative the optimum parenting style? Evidence from Spanish families. Adolescence, 44(173), 101-131.
(8)Neece, C.L., Chan, N. (2017). The Stress of Parenting Children with Developmental Disabilities. In: Deater-Deckard, K., Panneton, R. (eds) Parental Stress and Early Child Development. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-319-55376-4_5
(9)Woolfson, L., & Grant, E. (2006). Authoritative parenting and parental stress in parents of pre‐school and older children with developmental disabilities. Child: care, health and development, 32(2), 177-184. https://doi.org/10.1111/j.1365-2214.2006.00603.x
El estilo de crianza autoritario es, junto con el democrático, el permisivo y el negligente, uno de los cuatro estilos de crianza tradicionales. Estos cuatro estilos de crianza fueron citados por primera vez por los psicólogos Baumrid, Maccoby y Martin, después de observar a miles de padres e hijos.
La crianza democrática es el estándar de oro de la crianza. En contraste, la crianza autoritaria, permisiva y negligente no son tan buenas para los niños.
Echemos un vistazo a la crianza autoritaria y cómo influye en el desarrollo de los niños.
Crianza Autoritaria

Los padres autoritarios (1) son fríos y exigentes. Los padres esperan que sus hijos hagan lo que se les dice. Siempre se espera un buen comportamiento. Las reglas son estrictas, no negociables y no se explican claramente. No fomentan la intimidad ni la confianza. No se tienen en cuenta las opiniones y los deseos de los niños.
Cuando los padres autoritarios disciplinan (2) a sus hijos, no les explican por qué su comportamiento es incorrecto. Utilizan castigos y pueden llegar a ser físicos. Suelen ser duros y coercitivos. Los padres pueden decirles a sus hijos que ya no los querrán si se portan mal.
Los Niños Criados por Padres Autoritarios Tienen Más Probabilidades de:
- Tener problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
- Tener baja autoestima.
- Tener pocas habilidades sociales.
- Mostrar problemas de conducta.
- Ir mal en el colegio.
- Ser hostil y rebelde con sus padres. (3)
Cómo Saber Si Eres Autoritario?

Eres autoritario si tiendes a:
- Gritarle a tu hijo cuando se porta mal.
- Agarrar a tu hijo cuando es desobediente.
- Regañar y criticar a tu hijo cuando su comportamiento no cumple con tus expectativas.
- Decir algo como «Porque yo lo digo» o «Soy tu padre y quiero que lo hagas«, cuando tu hijo desafía una regla.
- Castigar a tu hijo quitándole privilegios (por ejemplo, «¡No puedes tener tu teléfono durante una semana!») con poca o ninguna explicación.
- No permitir que tu hijo tenga ni voz ni voto sobre las reglas familiares.
Me Identifico con Muchas de las Cosas que Acabas de Mencionar. ¿Cuál Es el Problema?
Si eres frío con tu hijo, no se sentirá querido. Incluso puede sentirse rechazado. Es importante que los niños se sientan queridos por sus padres. Esto les ayuda a desarrollar un sentido de autoestima, pertenencia y seguridad (4).
Muchos padres dicen: «Es mi trabajo ser duro con mi hijo, pero él sabe que le quiero». No hay duda de que los padres autoritarios quieren a sus hijos. Pero como padres debemos darnos cuenta de que no es suficiente que los queridos. Ellos deben sentirse queridos. No importa que te veas a ti mismo como un padre amoroso si tu hijo no siente lo mismo.
El segundo problema con los padres autoritarios es que no escuchan a sus hijos. No tienen en cuenta sus sentimientos y opiniones. Por lo tanto, los niños no se sienten escuchados. Se sienten ignorados. Su autoestima puede verse afectada porque el mensaje que reciben es que no son dignos de ser escuchados.
No digo que siempre debamos seguir las opiniones de nuestros hijos. Las familias son una jerarquía, donde los padres son los que mandan. Pero es importante que nuestros hijos se sientan valorados y escuchados.

Soy un Padre Autoritario Pero Me Gustaría Ser Más Democrático. ¿Qué Puedo Hacer?
La buena noticia es que podemos cambiar y mejorar la forma en que criamos a nuestros hijos. No es fácil, pero se puede hacer. Aquí hay algunos consejos:
- Intenta ser más democrático: cuanto más democrático puedas ser, mejor para tu hijo. Los padres democráticos son cálidos y receptivos. Fomentan la confianza y la intimidad. Establecen expectativas altas y reglas claras. Tienen en cuenta las opiniones y los sentimientos de sus hijos. A su vez, los niños suelen ir bien en todos los aspectos de la vida (5).
- Cambia tu estilo de disciplina: en lugar de gritar y usar castigos severos, intenta usar consecuencias lógicas (6). Estas son consecuencias que abordan directamente el comportamiento que el niño debe cambiar o dejar de hacer. Por ejemplo, si tu hijo deja su bicicleta en medio de la entrada, la bicicleta se guarda durante una hora. Si tu hijo nunca pone la ropa sucia en el cesto, su ropa no se lavará a menos que esté en el cesto. Este enfoque funciona mucho mejor que aplicar castigos aleatorios y sin relación.
- Sé consciente de tus emociones: muy a menudo, cuando nos enfadamos con nuestros hijos es porque hemos perdido el control. Comprende cuáles son sus desencadenantes, para que puedas controlar cómo responde a su hijo. Enfadarte con tu hijo no es un problema. El problema puede ser lo que hacemos con ese enfado.
- Reflexiona sobre cómo fuiste criado: ¿Tus padres fueron muy duros? ¿Usaron castigos corporales? ¿Te sentiste escuchado? Considera cómo te hizo sentir cuando eras niño y si deseas criar a tu hijo en un entorno similar o si quieres cambiar.
- En lugar de intentar cambiar todo al mismo tiempo, concéntrate en cambiar comportamientos específicos.
- Buscar asesoramiento profesional puede ser una buena idea. En REC Parenting tenemos un equipo de expertos en crianza, listos para apoyarte a tí y a tu familia. ¡Ponte en contacto con nosotros! Nunca es demasiado tarde para convertirse en el padre que quieres ser.
Sin Embargo, Ten en Cuenta que el Término «Autoritario» No Significa lo Mismo en Todas las Culturas.
La crianza de los hijos está influenciada por la cultura en la que vivimos. La crianza autoritaria es más común en culturas no occidentales y en minorías étnicas que viven en países occidentales.
¿Por qué? Porque algunos países no occidentales son colectivistas. Las culturas colectivistas consideran que el grupo es más importante que el individuo. Un estilo de crianza autoritario parece funcionar mejor para lograr que los niños se ajusten a valores como la conformidad, el autocontrol y la humildad, que son muy importantes en los países colectivistas.
Los padres en estas culturas pueden usar la culpa, la vergüenza y los regaños para disciplinar a sus hijos. Pero, al contrario de lo que sucede en el mundo occidental, estas prácticas no están vinculadas con resultados negativos para los niños (7).
Finalmente…
La crianza autoritaria no es lo mejor para nuestros hijos. Si este es tu estilo, no pierdas la esperanza. Nunca es demasiado tarde para ser más democrático. Puedes lograrlo con apoyo y perseverancia. En REC Parenting estamos aquí para ayudarte.
Y recuerda, el padre perfecto no existe. Como padres, debemos intentar acertar la mayoría de las veces.
Un abrazo,
Ana
Referencias
- Camisasca, E., Miragoli, S., Di Blasio, P., & Feinberg, M. (2022). Pathways among negative co-parenting, parenting stress, authoritarian parenting style, and child adjustment: The Emotional Dysregulation Driven Model. Journal of Child and Family Studies, 31(11), 3085–3096. https://doi.org/10.1007/s10826-022-02408-9
- Carroll, P. (2021). Effectiveness of positive discipline parenting program on parenting style, and child adaptive behavior. Child Psychiatry & Human Development, 53(6), 1349–1358. https://doi.org/10.1007/s10578-021-01201-x
- Smetana, J. G. (2017a). Current research on parenting styles, dimensions, and beliefs. Current Opinion in Psychology, 15, 19–25. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2017.02.012
- Smetana, J. G. (1994). Parenting styles and beliefs about Parental Authority. New Directions for Child and Adolescent Development, 1994(66), 21–36. https://doi.org/10.1002/cd.23219946604
- Lavrič, M., & Naterer, A. (2020). The power of authoritative parenting: A cross-national study of effects of exposure to different parenting styles on Life Satisfaction. Children and Youth Services Review, 116, 105274. https://doi.org/10.1016/j.childyouth.2020.105274
- Robichaud, J.-M., Mageau, G. A., Soenens, B., Mabbe, E., Kil, H., Frenette, J., & Roy, M. (2024). Should parents combine reasoning with firm control to nurture adolescent socialization? comparing logical consequences with mild punishments. Canadian Journal of Behavioural Science / Revue Canadienne Des Sciences Du Comportement. https://doi.org/10.1037/cbs0000409
- Chao, R. K. (1994). Beyond Parental Control and authoritarian parenting style: Understanding Chinese parenting through the cultural notion of training. Child Development, 65(4), 1111–1119. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.1994.tb00806.x
El burnout parental (o agotamiento parental) no es el estrés parental “típico”. Sentir estrés es “normal”, común e incluso necesario.
El burnout parental es algo más. Sucede cuando el estrés parental impide a los padres afrontar la situación. Cuando los padres carecen de los recursos necesarios para manejar sus demandas parentales, pueden desarrollar burnout parental.
Se Caracteriza por Tres Características Principales:
- Agotamiento intenso: físico, emocional o ambos.
- Sentirse emocionalmente distante del hijo.
- Sentirse dudoso de la propia capacidad para ser un buen padre. Los padres se sienten agotados solo de pensar en su papel como padres. Como resultado, los padres se distancian gradualmente de sus hijos. Se involucran cada vez menos y al final sus interacciones se limitan a la logística y lo funcional. En consecuencia, los padres comienzan a sentir que no son buenos padres y su relación con sus hijos se daña.
Todos podemos experimentar estos síntomas en algún momento. Pero cuando un padre está quemado, los experimenta con frecuencia e intensidad.
¿Cuál Es la Diferencia Entre el Burnout Parental y la Depresión?
El agotamiento parental y la depresión pueden parecer bastante similares, pero son diferentes.
El agotamiento parental es específico del ámbito de la crianza de los hijos. Te sientes agotado cuando estás con tus hijos. No disfrutas estando con ellos. Te resulta difícil lidiar con todo lo que tiene que ver con los niños. En cambio, te sientes totalmente bien en el trabajo, disfrutas pasando tiempo con tus amigos y disfrutas de cualquier pasatiempo que puedas tener.
La depresión es más global. Lo abarca todo. Te sientes deprimido. Te sientes cansado. Te sientes desinteresado en todos los aspectos de tu vida.

¿Cuántos Padres Sufren Burnout Parental?
La investigación sobre el agotamiento parental es bastante reciente.
Los estudios realizados en 42 países muestran que alrededor del 5 % de los padres sufren agotamiento parental. En el mundo occidental, esta cifra asciende al 8 %. Esto supone aproximadamente un padre por aula.
El agotamiento parental es más común en Europa y Estados Unidos. Esto se debe probablemente a que estos países son muy individualistas y a que la crianza de los hijos se ha vuelto cada vez más exigente en los últimos 50 años.
Los padres de niños neurodivergentes tienen más probabilidades de sufrir agotamiento parental.
Tanto las madres como los padres pueden sufrir agotamiento parental.
¿Quiénes Tienen Más Probabilidades de Sufrir Burnout Parental?
Estos son los padres que tienen más riesgo:
- Aquellos que aspiran a ser padres perfectos.
- Aquellos que tienen dificultades para regular sus emociones y su estrés.
- Los que no cuentan con apoyo emocional o práctico de su coparentalidad o que no tienen una tribu.
- Aquellos que no tienen mucho conocimiento sobre cómo criar a sus hijos.
- Aquellos que tienen hijos con necesidades especiales.
- Aquellos que trabajan a tiempo parcial o no trabajan fuera de casa.
¿Por Qué Es Importante el Burnout Parental?
El burnout parental se ha relacionado con:
- Depresión, adicción y problemas de sueño.
- Pensamientos de huir y suicidarse.
- Abandono y maltrato infantil.
- Riesgo elevado de abandonar el trabajo y disminución de la satisfacción laboral.
- Conflictos en la pareja.
- Reducción de la calidad de vida y la satisfacción vital de los miembros de la familia.
Creo Que Estoy Sufriendo Burnout Parental. ¿Qué Hago?
Si estás pasando por un momento difícil y sospechas que puedes estar sufriendo burnout parental, te recomiendo que consultes a un especialista. Nuestros terapeutas de REC Parenting están aquí para apoyarte. Solo tienes que ponerte en contacto conmigo y organizaremos el apoyo que necesitas. Recuerda que cuidar de tí es cuidar de tu familia.
Un abrazo,
Ana
Los cuatro estilos principales de crianza: democrática, autoritaria, permisiva y negligente. ¿Cuál es el tuyo?
Los psicólogos Baumrid, Maccoby y Martin evaluaron a miles de padres e hijos en dos dimensiones: calidez y exigencia. Basándose en esas dos dimensiones, concluyeron que cada padre se enmarca en uno de los cuatro estilos principales de crianza. ¿Por qué son importantes los estilos de crianza? Porque juegan un papel en el desarrollo de los niños.
Vamos a explicar cada uno de ellos para que puedas decidir qué tipo de padre eres.
Crianza Democrática
Estos padres son cariñosos, atentos y cálidos. Fomentan la confianza y la intimidad. Establecen altas expectativas y reglas claras. Los niños entienden esas reglas y cuáles son las consecuencias cuando las rompen. Los padres toman en consideración las opiniones y sentimientos de sus hijos. Los niños se sienten seguros y protegidos porque sus padres son coherentes y establecen rutinas claras.
¿Cómo influye la crianza autoritaria en los niños?
Los hijos de padres autoritarios son los que obtienen mejores resultados. Estos niños tienden a:
- Estar bien adaptados
- Tener buenas habilidades sociales
- Desempeñarse bien en el colegio
- Tener una alta autoestima
Cientos de estudios muestran que la crianza democrática puede considerarse el estándar de oro de la crianza
Crianza Autoritaria
Estos padres son exigentes y fríos. Esperan que sus hijos hagan lo que se les dice. Establecen reglas estrictas y tienden a ser inflexibles y rígidos. No fomentan la intimidad ni la confianza. Los padres esperan que los niños hagan lo que se les dice.
Cuando disciplinan a sus hijos, son duros, usan castigos y pueden llegar a ser físicos. No le explican al niño por qué su comportamiento fue incorrecto.
¿Cómo influye la crianza autoritaria en los niños? Estos niños son más propensos a:
- Tener malas relaciones sociales
- Tener problemas de salud mental como ansiedad y depresión
- Desempeño deficiente en el colegio
- Tener menor autoestima
Crianza Permisiva
Estos padres son cálidos y receptivos, pero no esperan mucho de sus hijos. Proporcionan poca orientación y dirección. Quieren agradar a sus hijos, por lo que evitan los conflictos.
No establecen límites claros. No son constantes en su disciplina. Un día pueden castigar a su hijo por no hacer la cama y al día siguiente, el mismo comportamiento puede pasar desapercibido.
¿Cómo influyen los padres permisivos en sus hijos? Estos niños son:
- Más propensos a tener problemas emocionales y de conducta
- Menos propensos a tener un buen desempeño escolar
- Más propensos a tener problemas de autorregulación
Crianza Negligente (También Llamada Crianza Desinteresada):
Estos padres no son exigentes ni responden a las necesidades de sus hijos. Simplemente no están interesados en la vida de sus hijos. No establecen expectativas, ni ofrecen orientación, apoyo o supervisión. Ofrecen refugio y comida, pero eso es todo.
No disciplinan a sus hijos.
¿Cómo influye la crianza negligente en los niños? Estos niños tienen más probabilidades de:
- Tener dificultades en el colegio
- Carecer de autorregulación
- Consumir drogas y alcohol
- Incurrir en delincuencia y comportamiento antisocial
- Los hijos de padres negligentes son los que están en peor situación.
Déjenme decir algo antes de continuar. Quizás hayan notado que uso las palabras “tienden a” o “es probable” con bastante frecuencia. Esto se debe a que la investigación en psicología del desarrollo no puede decir al 100% que algo sucederá, puede decir que es probable que algo suceda. Tomemos el ejemplo de la crianza negligente. Los estudios muestran que los hijos de padres negligentes tienen muchas probabilidades de tener un mal desempeño en la vida. ¿Significa esto que a todos los niños desatendidos les irá mal? No. Hay niños desatendidos a los que les va bien. No podemos decir categóricamente que todos los niños desatendidos tendrán dificultades, solo podemos decir que los niños desatendidos tienen más probabilidades de tener dificultades.

Ahora, Respondamos Algunas Preguntas que los Padres Suelen Hacer Sobre este Tema.
¿Qué Hay de Otros Estilos de Crianza de los Que He Oído Hablar?
¡Quizás haya oído hablar de la crianza suave, la crianza helicóptero, la crianza con apego, la crianza relajada, la crianza reflexiva, la crianza natural y muchos otros!
La realidad es que la mayoría de estos estilos de crianza circulan en las redes sociales y la prensa, pero no hay mucha (o ninguna) investigación científica que los respalde.
Hay algunas investigaciones sobre la crianza intensiva (o crianza helicóptero) que sugieren que está relacionada con resultados negativos para los niños.
¿Siempre Tengo el Mismo Estilo de Crianza?
No. Tu estilo de crianza puede cambiar dependiendo de lo que esté sucediendo en tu vida. Por ejemplo, cuando los padres están estresados, tal vez porque están pasando por un divorcio o han sido despedidos del trabajo, suelen ser más duros con sus hijos. Por lo tanto, un padre que suele ser autoritario puede volverse autoritario. Sé consciente de lo que está sucediendo en tu vida para entender cómo te estás comportando con tus hijos.
Muchos padres no encajan bien en una categoría. Pueden ser, por ejemplo, mayormente permisivos con un poco de negligencia. Como en todo en la vida, ¡hay muchos matices de gris en la crianza de los hijos!
¿Tengo el Mismo Estilo de Crianza con Todos Mis Hijos?
No. Es posible que tengas diferentes estilos de crianza con cada uno de tus hijos. Esto sucede porque los padres influyen en sus hijos, pero los hijos también influyen en sus padres. La crianza es una vía de doble sentido. Imagina que tienes un hijo que siempre es feliz, cariñoso y tranquilo. Es probable que seas autoritario con él. Ahora, imagina que tu otro hijo siempre ha sido difícil, está de mal humor y es distante. Es probable que seas más autoritario con él.
Esto no significa que amemos a un hijo más que al otro. Significa que son personas diferentes y reaccionamos de manera diferente ante ellos.
¿Puedo Cambiar mi Estilo de Crianza?
Sí. Los estilos de crianza se pueden cambiar. Existen estudios llamados «intervenciones de crianza» donde se les enseña a los padres a convertirse en «mejores» padres. Tengo buenas noticias:
Los padres pueden cambiar y de hecho cambian la forma de ser padres
Cuando los padres se vuelven «mejores» en la crianza, sus hijos lo hacen mejor
Con el apoyo y el compromiso adecuados, podemos convertirnos en los padres que queremos ser la mayoría de las veces. Recuerde que el padre perfecto no existe y nuestros hijos no necesitan un padre perfecto. Lo que necesitan es que hagamos las cosas bien la mayor parte del tiempo.
¿Qué Pasa si mi Pareja Tiene un Estilo de Crianza y Yo Tengo Otro?
Este es un problema común, pero no hay mucha investigación al respecto. La situación ideal es aquella en la que ambos padres (o al menos uno) tienen autoridad.
Si tienes dos estilos de crianza diferentes, recuerda que tú y tu pareja queréis lo mejor para tu hijo, incluso si no estáis de acuerdo sobre qué es «lo mejor». Intenta encontrar puntos en común.
¿La Cultura Influye en los Estilos de Crianza?
¡Si, y mucho! Criamos a nuestros hijos para que encajen en la sociedad en la que vivimos. Diferentes sociedades tienen diferentes valores, creencias y tradiciones, por lo que la crianza no es la misma en todas las culturas.
La crianza autoritaria es más común en los países occidentales. Por el contrario, en los países colectivistas los padres tienden a ser más autoritarios.
¿Qué Hay de los Estilos de Crianza para Padres de Niños Neurodivergentes?
Como todos los niños, los niños neurodivergentes se benefician de padres democráticos. Sin embargo, a estos padres puede resultarles más difícil ser cálidos y receptivos con sus hijos porque criar niños neurodivergentes conlleva sus propios desafíos.
Es particularmente importante que los padres que crían niños neurodivergentes se cuiden a sí mismos y encuentren un sistema de apoyo.
Mensaje Final
Como padres, estamos inundados de consejos y recomendaciones. Solo recuerda una cosa: intenta ser un padre democrático tan a menudo como puedas. No siempre acertarás, y tampoco es el fin del mundo. Nuestros hijos no necesitan que acertemos todo el tiempo. Necesitan que acertemos la mayoría de las veces. Eso es todo.
Espero que este artículo te resulte útil. Como siempre, si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en contactarnos.
Un abrazo,
Ana
Por lo general, las mujeres reciben toda la atención y el cuidado médico durante el embarazo. Pero una vez que nace el bebé… toda la atención y el cuidado médico se destinan al bebé, dejando a la nueva madre más o menos ignorada.
De hecho, un nuevo informe recién publicado muestra que solo el 23% de las madres dijeron que se sintieron muy apoyadas por la atención médica que recibieron durante la fase posparto.
¡Esto es un gran error! Las mujeres necesitan atención durante el período posparto, también conocido como el cuarto trimestre. Este período de 12 semanas después del nacimiento trae una gran alegría, pero también es un momento muy vulnerable.
¿Por qué? Porque las nuevas madres experimentan muchos cambios: su cuerpo cambia, sus emociones pueden ser abrumadoras, su relación con su pareja cambia, ya no son «libres», pueden tener falta de sueño, pueden sentirse aisladas… Básicamente, todo el universo de una nueva mamá cambia. Las nuevas mamás necesitan apoyo.
No es de extrañar que 1 de cada 5 nuevas madres se vean afectadas por problemas de salud mental. Los más comunes son la depresión y la ansiedad posparto. Otras mujeres padecen condiciones más graves, como psicosis perinatal, trastorno de estrés postraumático y trastornos del estado de ánimo.
Muchas mujeres no padecen ningún problema de salud mental, pero necesitan apoyo para acostumbrarse a su nueva realidad. Tener un hijo es una experiencia profundamente transformadora.
Un problema común que experimentan las madres primerizas son los pensamientos relacionados con el daño al bebé. ¿Qué son? Son pensamientos de daño intencional o no intencional al bebé. Pueden presentarse en forma de:
- pensamientos (ej., “mi bebé podría morir”)
- impulsos (e.j., tener la urgencia de sacudir o tirar al bebé)
- imágenes (e.j., una imagen mental de la cabeza del bebé golpeando la pared)
Estos pensamientos son increíblemente comunes entre las madres primerizas. ¡Se estima que casi todas las madres primerizas los tienen! Sin embargo, no hablamos de este tema y nos hace sentirnos avergonzados, culpables, e incómodos.

Los padres también pueden tener estos pensamientos. No hay mucha investigación al respecto, pero se estima que 2/3 de los padres los experimentan.
Es muy importante destacar que tener estos pensamientos no suele significar que estas madres o padres representen un riesgo para el bebé. El hecho de que se sientan horrorizados al tener estos pensamientos, es una fuerte señal de que no van a hacerle daño a su bebé.
Sin embargo, las emociones que estos pensamientos provocan pueden ser muy fuertes y perturbadoras y por ello es recomendable buscar apoyo. Para algunas personas puede ser suficiente hablarlo con un amigo cercano o familiar. Otras pueden necesitar apoyo profesional.
Uno de nuestros objetivos en REC Parenting es apoyar la salud mental de las madres durante el cuarto trimestre. Por eso tenemos una masterclass (también puedes escucharla como podcast) con la Dra. Caroline Boyd hablando sobre pensamientos relacionados con el daño infantil. La Dra Boyd es una reconocida psicóloga clínica y una de las principales expertas en este campo. Su masterclass es increíblemente informativa, empática y llena de consejos prácticos.
Si estás esperando un bebé o tuviste un bebé recientemente, te animo a que veas o escuches esta masterclass.
Para obtener acceso a esta masterclass, debes suscribirte a REC Parenting. Tu suscripción te dará acceso a:
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La buena noticia es que, para celebrar nuestra asociación con Family Education, ofrecemos un 20 % de descuento en nuestros planes para gatear, caminar y correr. El código de descuento es: FAMILY EDUCATION.
¡Únete a nosotros! Ser padre es el trabajo más importante que harás en tu vida, ¿por qué no hacerlo desde un lugar de investigación y apoyo?
Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Y recuerda enviar aquí cualquier pregunta que puedas tener sobre la crianza de los hijos. Te responderemos en el correo electrónico de preguntas y respuestas de la próxima semana.
Ana
¿Qué Son las Funciones Ejecutivas?
Las Funciones Ejecutivas son un conjunto de habilidades mentales que utilizamos todos los días. Las utilizamos todo el tiempo sin siquiera pensar en ello.
Hay tres conjuntos de habilidades de la función ejecutiva:
- Memoria de trabajo: es la capacidad de retener información en la mente y trabajar mentalmente con ella. Es el banco de trabajo del cerebro. La memoria de trabajo nos permite tomar notas en una reunión, recordar qué decir mientras escuchamos a otros o hacer un plan mental.
- Flexibilidad cognitiva: es la capacidad de ver las cosas desde otra perspectiva, ser creativos y adaptarse a desafíos inesperados. Nos permite comprender cómo se siente otra persona o encontrar soluciones creativas a un problema.
- Control inhibitorio: es nuestra capacidad de resistir las tentaciones, mantener la concentración y dar respuestas bien pensadas en lugar de impulsivas. Nos permite, por ejemplo, no hablar por encima de alguien o no comernos el pastel porque estamos tratando de perder peso.
¿Por Qué Son Importantes?

Son nuestro conjunto de herramientas mentales. Necesitamos este conjunto para tener éxito en casi todos los aspectos de la vida, desde las cosas importantes hasta las tareas cotidianas. Algunas personas se refieren a las habilidades de la función ejecutiva como el director ejecutivo del cerebro.
Las investigaciones muestran que cuando nuestras funciones ejecutivas (FE) no están bien establecidas, podemos tener problemas en casi todos los aspectos de la vida:
- Salud mental: las FE deficientes se ven afectadas en trastornos mentales como la depresión, las adicciones o la esquizofrenia. Salud física: las FE más bajas se han relacionado con el consumo de drogas, la sobrealimentación y la obesidad.
- Calidad de vida: las personas con mejores FE disfrutan de una mejor calidad de vida
Preparación escolar: las FE son más importantes para la preparación escolar que la lectura, la capacidad matemática y el coeficiente intelectual.
- Éxito escolar: las FE predicen la competencia en lectura y matemáticas a lo largo de la escuela.
- Éxito laboral: las FE bajas se relacionan con la dificultad para encontrar y mantener un trabajo y la baja productividad.
- Relaciones románticas: vivir con una pareja con FE bajas puede ser más difícil, ya que es más probable que sea impulsiva e inflexible.
- Seguridad pública: se ha descubierto que las personas que participan en delitos, violencia y conductas de riesgo tienen FE bajas
¿Cómo Se Desarrollan las Funciones Ejecutivas?
Las funciones ejecutivas se encuentran en el lóbulo prefrontal del cerebro. Esta es la última parte del cerebro que se desarrolla y no se desarrolla por completo hasta los 20 años.
Las habilidades más básicas de las funciones ejecutivas, como el control, la flexibilidad, la concentración y la memoria de trabajo, comienzan a desarrollarse poco después del nacimiento, con un marcado aumento entre los 3 y los 5 años. Por ejemplo, desde los 2 años ya estamos enseñando a los niños a controlarse y a no golpear a otros niños ni a arrebatarles cosas.
Las habilidades más complejas, como la planificación, la organización, la gestión del tiempo y la capacidad de seguir adelante, se desarrollan durante la adolescencia. La flexibilidad cognitiva es la última habilidad que se desarrolla porque se basa en la memoria de trabajo y el control inhibitorio.
¿Cómo Aprenden los Niños Sobre las Funciones Ejecutivas?

Las habilidades de las funciones ejecutivas se aprenden en el contexto de las relaciones sociales.
La principal forma en que los niños aprenden es observando a sus padres y otros adultos relevantes en sus vidas. Esto se llama modelado. Y es la principal forma en que aprenden sobre las FE. Por ejemplo, un niño ve que su madre no pierde el control cuando la leche ha sido movida de su lugar habitual en el supermercado. Está aprendiendo que en la vida ocurren cosas inesperadas y que no nos enojamos por eso. Está aprendiendo sobre la flexibilidad, que es una habilidad de la función ejecutiva.
Como padres, también enseñamos explícitamente a nuestros hijos sobre estas habilidades. Si pensamos en el mismo ejemplo, cuando notamos que la leche ha sido movida, decimos: «Oh, Dios, han movido la leche. Esto es frustrante, pero vayamos y preguntemos a alguien dónde está la leche ahora». Al decir esto, estamos enseñando a nuestros hijos cómo reaccionar ante una situación inesperada y cómo manejarla. Les estamos enseñando explícitamente sobre la flexibilidad.
Las investigaciones demuestran que los niños desarrollan sus habilidades de función ejecutiva de manera más eficaz cuando tienen una relación de apoyo con los adultos en su vida, cuando tienen rutinas constantes y cuando sus padres son «buenos» modelos.
Establecer prácticas familiares saludables, como limpiar todas las mochilas todos los domingos, mantener los dispositivos fuera de los dormitorios, planificar la semana siguiente o tener un momento designado y tranquilo para hacer la tarea, beneficia a los niños.
Es importante considerar que las funciones ejecutivas también tienen un componente genético. Por lo tanto, es posible que si usted tiene dificultades con ciertas habilidades, su hijo también las tenga.
¿Cuáles Son las Señales de que un Niño Puede Tener Problemas con las Funciones Ejecutivas?
Hay muchas señales y cada niño lo manifiesta de forma diferente.
Una señal clara es la falta de organización física: los cuadernos están desorganizados, hay papeles por todas partes y se pierden constantemente partes del uniforme.
Otros niños pueden tener problemas con la gestión del tiempo, les puede llevar mucho tiempo empezar una tarea o pueden distraerse a menudo.
Las FE se ven influenciadas por el estrés y el sueño. ¡Piensa en lo mucho más difícil que es todo cuando no hemos dormido bien! Siempre es recomendable comprobar cuánto duerme un niño.
Ten en cuenta lo que está pasando en la vida de tu hijo. ¿Está pasando por un momento difícil en casa? ¿Acaba de cambiar de colegio? ¿Hay un nuevo hermano en la familia? Se ha demostrado que el estrés retrasa el desarrollo de las habilidades de las funciones ejecutivas.
¿Cuándo Debo Buscar Ayuda Profesional?

Las FE se pueden mejorar. Si tienes un hijo que está teniendo muchas dificultades y lo has estado apoyando, pero las cosas no mejoran, puede que sea el momento de buscar ayuda.
Si apoyar a tu hijo está interfiriendo en tu relación, también es una buena idea buscar ayuda.
Hay profesionales llamados entrenadores de funciones ejecutivas. Tendrán sesiones regulares con el niño para apoyar el desarrollo de las habilidades con las que tiene dificultades.
Los entrenadores de funciones ejecutivas son relativamente nuevos en este espacio, así que si decides que necesitas un entrenador, recuerda comprobar sus credenciales y asegurarte de que tenga la experiencia adecuada. Podemos ayudarte a encontrar el profesional adecuado. ¡Avísanos si necesitas ayuda!
Hay otros métodos para mejorar las FE. Se ha demostrado que un entrenamiento computarizado llamado CogMed® y el taekwondo mejoran las FE de los niños.
¿Qué Pasa con los Niños Neurodivergentes?
Muchos de ellos tienen dificultades con las funciones ejecutivas y pueden adquirirlas a un ritmo más lento que los niños con un desarrollo normal.
Las investigaciones muestran un fuerte vínculo entre las FE deficientes y el TDAH. De hecho, el TDAH es un trastorno del lóbulo prefrontal, donde se alojan las FE. Casi todos los niños con TDAH tienen algunos desafíos con las habilidades de la función ejecutiva. Es más probable que tengan dificultades con la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la regulación emocional.
En el caso de los niños con autismo, sus habilidades de FE pueden estar muchos años por detrás de las de sus compañeros.
Los niños con dislexia tienen más probabilidades de tener problemas con la memoria de trabajo. Esto crea dificultades con la ortografía.
Los niños neurodivergentes se benefician de las mismas técnicas que acabamos de analizar para mejorar sus FE, aunque en su caso, puede llevar más tiempo ver mejoras.
Esperamos que esta información le resulte útil. Vale la pena saber sobre las FE para poder apoyar el desarrollo de su hijo. Conocer los EF te permite apoyarlos en áreas en las que puedan tener dificultades y ajustar tus expectativas, en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentren.
Si deseas recibir apoyo o más información sobre este tema, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Un abrazo,
Ana
Las pantallas y la salud mental de los niños han estado mucho en las noticias estos últimos días. En parte por unas cuantas iniciativas lideradas por los padres que piden una infancia sin teléfonos inteligentes, y en parte por el nuevo libro del psicólogo Jonathan Haidt: “La generación ansiosa: cómo el gran reequipamiento de la infancia está causando una epidemia de enfermedades mentales”. Hay mucha información contradictoria sobre este tema y, al mismo tiempo, es un tema que preocupa profundamente a los padres, por lo que pensé que podríamos dedicar el blog de esta semana a explicar claramente lo que sabemos hasta ahora al respecto.
¿Son los Smartphones los Culpables de los Problemas de Salud Mental de los Niños?
Desde principios de la década de 2010, la salud mental de los niños ha disminuido drásticamente. Los datos de los EE. UU., Canadá, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y otros países industrializados muestran que las tasas de ansiedad, depresión y autolesiones son más altas que en cualquier otra generación de la que tengamos datos.
El deterioro de la salud mental de los niños coincidió aproximadamente con la llegada de los teléfonos inteligentes, por lo que es fácil suponer que uno causa el otro. Sin embargo, la investigación no pinta un panorama tan claro:
La mayoría de las investigaciones encuentran una relación entre el uso de teléfonos inteligentes y la salud mental de los niños, pero la mayoría de ellas son correlacionales. ¿Qué significa esto? Significa que se encuentra una relación entre el uso de teléfonos inteligentes y la salud mental de los niños, pero no podemos asumir que los teléfonos inteligentes sean la causa de la mala salud mental de los niños. Recuerda:
- Correlación no significa causalidad.
- Esta relación tiende a ser débil.
- No todos los estudios encuentran una relación entre el uso de teléfonos inteligentes y la salud mental de los niños.

¿Qué Otros Factores Pueden Estar Influyendo en el Deterioro de la Salud Mental de los Niños?
- Crianza intensiva: En las últimas décadas, la crianza de los hijos se ha vuelto mucho más intensiva en trabajo. Esta forma de crianza requiere que los padres dediquen una gran cantidad de energía, dinero y tiempo al bienestar de sus hijos. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la crianza intensiva no es beneficiosa para los niños. Puede hacer que los niños se sientan menos competentes, más deprimidos y más ansiosos.
- Una sociedad cada vez más competitiva: los niños y adolescentes informan de que la presión académica está empeorando su salud mental.
- Menos juegos al aire libre sin supervisión: Los niños pasan menos tiempo que nunca jugando al aire libre sin supervisión. El juego al aire libre es especialmente beneficioso para los niños porque les permite experimentar desafíos, comprender los riesgos, desarrollar confianza, resiliencia e independencia.
¿Debo Estar Preocupado por el Impacto que los smartphones y las Redes Sociales Tendrán en mi Hijo?
Hay tres factores que debemos considerar: cómo usan los niños el teléfono; las cosas que los niños dejan de hacer porque están usando su teléfono inteligente; y quién es su hijo.
Echemos un vistazo a cada uno de ellos.
- Cómo usan los niños el teléfono: durante muchos años, los investigadores y los padres se han centrado más en cuánto usan los niños sus teléfonos que en cómo los usan. En realidad, deberíamos centrarnos en cómo usan sus teléfonos. No es lo mismo si su hijo pasa dos horas chateando o jugando un videojuego con sus amigos que si pasa las mismas dos horas viendo pornografía o interactuando con contenido que puede ser dañino.
- Qué le impide hacer a su hijo el tiempo que pasa frente a la pantalla: si su hijo no está haciendo ejercicio, saliendo con amigos, pasando tiempo con su familia o estudiando porque está con el teléfono, es posible que tengamos un problema en nuestras manos. Como ocurre con la mayoría de las cosas de la vida, la moderación es clave.
- Quién es su hijo: es difícil saber cómo responderá cada niño al uso de un teléfono o de las redes sociales. En general, podemos decir que los niños que tienen dificultades fuera de Internet tienen más probabilidades de tenerlas en Internet. Por ejemplo, los niños que tienen conductas más arriesgadas fuera de Internet, como beber alcohol o tener relaciones sexuales, tienen más probabilidades de tener conductas más arriesgadas en Internet, como ver pornografía o enviar mensajes de texto sexuales.
Tendemos a centrarnos en los peligros que puede suponer para nuestros hijos estar en Internet, pero para muchos de ellos puede ser un salvavidas. Pensemos en los niños que pueden verse marginados en su «vida real» debido a su orientación sexual, sus creencias políticas o tal vez por ser neurodivergentes. Hay pruebas de que estos niños pueden encontrar una comunidad en Internet y eso puede resultarles enormemente beneficioso.
¿Cuál Es el Resultado Final?
Los smartphones y las redes sociales tienen riesgos y beneficios. Según las investigaciones disponibles, no podemos culpar del deterioro de la salud mental de los niños únicamente al uso de smartphones. Hacerlo es demasiado simplista y genera mucho miedo y presión sobre padres que ya están presionados y asustados.
El uso de pantallas (siempre que el contenido sea apropiado para la edad) no es inherentemente malo. Lo ideal es encontrar un equilibrio en el que nuestros hijos puedan usar sus pantallas, jugar en interiores y exteriores, hacer sus tareas y pasar tiempo con amigos y familiares. Como todo en la vida, la moderación es clave.
En resumen, mantenga el tiempo de pantalla con moderación y seleccione el contenido sabiamente. Sea consciente de la «vida en línea» de su hijo para que pueda ayudarlo a lidiar con los riesgos que conlleva. Participemos en la vida de nuestros hijos: ya sea en línea o fuera de línea.
Espero que esta información le resulte útil. Como siempre, si necesita más apoyo, comuníquese con su terapeuta de REC Parenting. Envíenos un correo electrónico si tiene alguna pregunta o comentario.
Un abrazo,
Ana
¿Es Siempre Mala la Ansiedad?
¡No! Estamos atravesando un período en el que pensamos que nunca deberíamos sentir ansiedad, ni enfado, ni tristeza. Además, queremos proteger a nuestros hijos, para que nunca se sientan ansiosos, enfadados o tristes. El problema es que al hacer esto estamos patologizando experiencias que son normales. Hay situaciones, como cuando tenemos un examen, en las que sentir cierto grado de ansiedad es bueno porque nos motiva a repasar. Existe algo llamado ansiedad saludable. No debemos evitar sentir emociones negativas porque a veces es lo que se supone que debemos sentir. Las emociones negativas son adaptativas.
Debido a que están creciendo con esta mentalidad, muchos niños y adolescentes asumen que toda la ansiedad es mala, por lo que es una buena idea hablar con tu hijo sobre cómo se ve la ansiedad saludable y la no saludable. Sentir ansiedad cuando tienes un examen mañana es saludable. Sin embargo, es cierto que a veces podemos experimentar demasiada ansiedad.
¿Cómo Sabemos Cuando un Niño Está Demasiado Ansioso? ¿En Qué Momento la Ansiedad Se Convierte en Algo Nocivo?
La ansiedad aparece cuando nos preocupamos por algo que va a pasar, como un examen, una presentación, una visita al médico… Está bien sentir algo de ansiedad ante estas situaciones. Sin embargo, hay dos situaciones que deberían preocuparnos si le están sucediendo a nuestro hijo. Una, que tu hijo esté constantemente sintiendo ansiedad incluso cuando no hay una razón aparente para ello. Dos, que cuando se enfrenta a una situación complicada, como un examen, el nivel de ansiedad que experimenta tu hijo lo esté paralizando y no pueda funcionar bien. En ambos casos, es buena idea explorar qué está pasando y considerar buscar asesoramiento profesional.
Mi Hijo Tiene Mucha Ansiedad Ante los Exámenes, ¿Qué Puedo Hacer?
- Charla con él para dejarle que entienda que la ansiedad es una emoción sana y que no hay nada malo en sentir ansiedad siempre y cuando pueda controlarla.
- Ayuda a tu hijo a desarrollar una mentalidad de crecimiento. A menudo decimos cosas como: “Soy una persona ansiosa y punto” y si bien es cierto que podemos tener tendencia a la ansiedad, eso no significa que no haya nada que podamos hacer para solucionarla. Por eso, es importante decirle a tu hijo: “Sí, estás nervioso, pero puedes trabajar en ello. Hay formas de lidiar con la ansiedad”. En este sentido, habla con él sobre qué influencers sigue en TikTok. Para algunos, su diagnóstico de ansiedad (o su diagnóstico autoproclamado) se ha convertido en parte de su identidad. Podría ser que tu hijo los esté imitando incluso sin darse cuenta de que lo está haciendo.
- Considera el mensaje que estás dando cuando habla de los exámenes. Las investigaciones muestran que los niños reaccionan mal cuando el mensaje se centra en los posibles resultados negativos. Por ejemplo, cuando decimos cosas como: “Si no trabajas duro, no entrarás en una buena universidad”, los niños tienden a sentirse amenazados y esto aumenta su ansiedad ante los exámenes. Es mejor señalar los beneficios del trabajo duro en lugar de las consecuencias del fracaso.
- Crea un nuevo hábito: anima a tu hijo a escribir sus emociones antes de cada examen. Sé que esto suena un poco absurdo, pero hay investigaciones que demuestran que al hacer esto, los niños sacan sus pensamientos preocupantes de su sistema y obtienen mejores resultados en el examen.
- Si tu hijo se siente muy ansioso, ayúdalo a cambiar su enfoque: anímalo a pensar en otra cosa. Lo ideal es que sea algo que le resulte reconfortante. Puede ser algo que le guste hacer, un lugar que le guste, una mascota o alguien que le haga feliz. Anímalo a pensar en esto cada vez que sienta pánico.
- Si tu hijo tiene un momento en el que se siente muy, muy ansioso, crea una experiencia sensorial que lo ayude a salir de ese estado. Dale cubitos de hielo para que los sostenga, pídele que se frote un cubito de hielo en la cara o los brazos, o dile que se dé una ducha fría. Cuando un niño hace estas cosas, se distrae de los sentimientos y pensamientos ansiosos que estaba experimentando.
- Por último, los clásicos: fomenta el ejercicio, una dieta saludable, el sueño suficiente y menos tiempo frente a la pantalla. Ya sé que usted las ha escuchado miles de veces y también su hijo, pero hay una razón por la que todos los expertos siguen repitiéndolas: funcionan. Si a su hijo no le impresiona ni le hace gracia, ¿por qué no actúa en todas o algunas de ellas, en familia? Incluso puede crear un desafío familiar con recompensas divertidas.

Todo Esto Tiene Sentido, Pero ¿Podrías Explicarme Por Qué, Aunque mi Hijo Tiene Mucha Ansiedad, No Estudia?
A veces, cuando tenemos ansiedad por algo, lo evitamos por completo. Y terminamos empeorándolo, lo que solo hace que nuestra ansiedad se dispare. En el caso de los exámenes, esto puede llevar a la postergación, a que estudien menos y esto aumenta su miedo a suspender y al examen en sí.
Si esto está sucediendo, es posible que tu hijo necesite algo de apoyo para organizarse. Ayúdale a hacer un horario realista, a crear una estrategia de estudio y ayúdale a cumplirla.
Mi Hijo Dice que Por Mucho que Estudie Seguro que Suspende
Cuando los niños tienen la idea de que fracasarán sin importar cuánto lo intenten, en lugar de decirles que todo estará bien (porque puede que no sea así), dile que le quieres pase lo que pase y que si las cosas salen mal, podrán afrontarlas y tu estarás allí para él.
Además, cuestiona estas creencias negativas que tu hijo sobre sí mismo. ¿Por qué cree que fracasará pase lo que pase? ¿Qué evidencia hay? ¿Siempre ha fracasado? Cuando usamos declaraciones de todo o nada como «nunca«, «nadie«, «un 100%», «siempre«, nos referimos a una fantasía, una creencia familiar que necesita ser cuestionada y cambiada. Anímelos a cambiar estas creencias por otras positivas: «Si trabajo duro, tengo más posibilidades de hacerlo bien que de fracasar».
Por último, Ten en Cuenta que, al Igual que los Virus, Nuestras Emociones Se Transmiten Socialmente.
El contagio socioemocional es un fenómeno bien conocido por el cual las emociones se propagan de persona a persona dentro de un grupo de iguales. La ansiedad es contagiosa. Por lo tanto, si el grupo de amigos de tu hijo está muy ansioso, es probable que tu hijo también esté ansioso. Esto es especialmente relevante para los adolescentes, porque son muy sensibles a la influencia de los compañeros y les resulta especialmente difícil regular sus emociones. Si tu hijo piensa que sus amigos lo están haciendo sentir más ansioso, sugiérele que, durante el período de exámenes, reduzca el tiempo que pasan juntos. También puedes hablarlo con su tutor para ver si está dispuesto a realizar algunas técnicas grupales para ayudar a lidiar con la ansiedad.
Vale, Has Hablado de la Ansiedad de mi Hijo, Pero ¿Qué Pasa con mi Propia Ansiedad?
Es totalmente normal que tengas ansiedad o preocupación por los exámenes de tus niños. De hecho, las investigaciones muestran que nos estamos sintiendo más ansiosos como sociedad. Como padres, es importante tener en cuenta que transmitimos nuestra ansiedad a nuestros hijos, y esta es una de las razones por las que la ansiedad también es más común ahora en los niños. El problema es que mucho de lo que transmitimos a nuestros hijos, lo hacemos sin siquiera darnos cuenta. Incluso si no les decimos explícitamente a nuestros hijos lo ansiosos que nos sentimos, ellos lo notan porque captan la forma en que hablamos, nuestro comportamiento, expresiones faciales, etc. Si te sientes ansioso, utiliza las mismas técnicas que acabamos de explicar.
Una última reflexión. Vivimos en una sociedad donde la crianza intensiva es la norma. Muy a menudo, los padres evalúan su propio nivel de autoestima en función del rendimiento académico de sus hijos. Recordemos que este no es el caso: las notas de tu hijo no te definen como un padre malo, aceptable o maravilloso. Los resultados de los exámenes son solo una evidencia del conocimiento de tu hijo sobre temas específicos en un momento determinado. Solo eso.
Espero que este artículo te resulte útil. Estamos realizando talleres sobre este tema en colegios y empresas. Si estás interesado, ponte en contacto con nosotros. Si tu colegio o lugar de trabajo no está interesado, envíame un correo electrónico de todos modos y podemos organizarlo para un grupo de tus amigos (¿con una copa de vino?). ¡Le deseamos a tu hijo toda la suerte en los exámenes!
Un abrazo,
Ana
El primer domingo de marzo se celebró el Día de la Madre. Esperamos que todas las madres hayan pasado un lindo fin de semana con sus familias, y hayan recibido flores, chocolates, desayuno en la cama y, sobre todo, cariño y reconocimiento.
Lamentablemente, los últimos datos no muestran que los problemas de las madres se solucionen con flores y chocolates. Consideremos cómo les va a las madres.
Según una Encuesta Realizada en Estados Unidos Publicada por Motherly:
- El 46% de las madres busca terapia.
- El 62% de las madres afirman tener menos de una hora para ellas al día.
- El 78% de las madres admite sacrificar su sueño para cuidar de sus familias
Según una Encuesta Realizada en Reino Unido Publicada por REC Parenting:
- El 46% de las madres trabajadoras han considerado dejar su trabajo porque no pueden manejar sus responsabilidades laborales y familiares.
Según una Encuesta Realizada en Reino Unido Publicada por Calm:
- El 90% de las mujeres dijo que los desafíos de planificación familiar son demasiado y afectan su salud mental y su capacidad para concentrarse en el trabajo y ser productivas.
- El 17% de las madres trabajadoras no habló con nadie cuando experimentaron problemas con la salud mental de sus hijos, y el 14% no habló sobre su aborto espontáneo o pérdida del embarazo.
Según una Encuesta Realizada en Reino Unido Publicada por Bright Horizons:
- El 74% de las mujeres dice que llevan la carga mental de ser padres en comparación con el 48% de los hombres.
- El 51% de las mujeres dice que trabaja de manera flexible para cumplir con los requisitos de cuidado de los niños en comparación con el 27% de los hombres.
- El 63% de las mujeres afirman sentirse seguras al hablar de cuestiones relacionadas con la familia con su empleador.
Queda claro que las últimas investigaciones nos dicen que las madres se enfrentan a problemas importantes. Necesitan apoyo. Los empleadores están en una posición perfecta para aliviar algunas de las preocupaciones que enfrentan sus madres trabajadoras. ¿Qué acciones pueden tomar?

- Cree lugares de trabajo verdaderamente favorables a la familia: inicie la conversación sobre lo que se necesita cambiar para apoyar mejor a las madres, modelar el cuidado en voz alta, crear un ERG para padres y cuidadores…
- Al diseñar el paquete de beneficios de los empleados: hacer de la salud mental de las madres una prioridad
- Capacitar a los gerentes de línea para que estén en mejores condiciones de apoyar a las madres trabajadoras en sus equipos.
- Ofrezca apoyo para padres experto las 24 horas, los 7 días de la semana
- Ofrecer trabajo flexible
- Ayuda con el cuidado de los niños
Las flores y los chocolates son un gran regalo, pero apuesto a que todas las madres trabajadoras dirían que recibir apoyo de sus empleadores sería el mejor regalo del mundo. Y no olvidemos que cuando apoyamos a las madres, estamos apoyando a sus hijos.
Si crees que tu organización puede hacer más para apoyar a sus madres trabajadoras y a cualquier persona que sea madre, ponte en contacto con nosotros. ¡Podemos hacer muchas cosas juntos!
Un abrazo,
Ana
Pegar a los Niños: Lo Que Dice la Investigación.
El tema de si está bien o no pegar a los niños es muy controvertido. Algunas personas piensan que es totalmente inaceptable, mientras que otras lo ven como una técnica disciplinaria perfectamente aceptable. Por eso, hoy quiero analizar los datos sobre este tema con el objetivo de iniciar una conversación sobre este tema tan polémico. Ten la seguridad de que no intento avergonzar a nadie.
Antes de continuar, aclaremos qué entendemos por “bofetadas”: Golpear a un niño con la mano abierta en las nalgas, piernas o brazos con la intención de modificar su comportamiento.
¿Cuántos Padres Pegan a Sus Hijos?

Como es habitual, la mayoría de los datos disponibles proceden de EE. UU. El 80 por ciento de los padres en Estados Unidos informan que golpean a sus hijos, aunque esta cifra está disminuyendo. Casi un tercio de los padres en los EE. UU. que informan haber dado cachetes a sus hijos, lo hacen todas las semanas. Se estima que en todo el mundo el 63% de los niños de entre 2 y 4 años (esto es, 250 millones de niños) sufren castigos corporales de forma regular.
Cuando se les preguntó sobre las actitudes hacia los bofetones, una encuesta de You Gov realizada en el Reino Unido en 2022 mostró que de 3.000 adultos encuestados, el 68% dijo que disciplinar físicamente a un niño no es aceptable y el 64% respaldó que Inglaterra debería ilegalizarlo. Como puedes ver, las actitudes todavía están bastante divididas.
¿Por Qué Pegan los Padres a Sus Hijos?
Muchos padres todavía piensan que los bofetones son una herramienta útil para la crianza, tal vez así fueron criados y no conocen otra forma de disciplinar a sus hijos. Otros padres utilizan el argumento de «¡A mi me pegaron de pequeño y estoy perfectamente!» (¿te suena familiar?). El terapeuta infantil Justin Coulson escribió un gran artículo en el New York Times donde describió los errores de este argumento. Para mí, lo más convincente es que cuando utilizamos este argumento, lo apoyamos únicamente en nuestra experiencia e ignoramos la experiencia de los demás. Es similar a decir: «Anoche me emborraché por completo, caminé medio desnudo por la ciudad y ¡estoy bien!». ¿Creemos que es seguro o prudente emborracharse y caminar medio desnudos? ¿Lo recomendarías a otros? El hecho de que yo no me haya visto afectado negativamente (hasta donde yo sé), no significa que estará bien para todos los demás. Además, ¿cómo determinamos que estamos “bien”? ¿Por qué estamos en una relación? ¿Por qué tenemos trabajo? El hecho de que no podamos reconocer el daño en algo no significa que el daño no esté presente.
Entonces, ¿Qué Dice la Investigación? ¿Es Tan Malo Pegarle a un Niño?
Hay más de cinco décadas de investigación sobre este tema con más de 160.000 niños. La conclusión es la siguiente: no hay UN SOLO estudio que haya encontrado que pegar a los niños sea bueno para ellos. La mayoría de los estudios encuentran que los cachetes son negativos para los niños y algunos estudios no encontraron consecuencias negativas para los niños. Entonces, en el peor de los casos, los cachetes tienen efectos negativos y, en el mejor de los casos, no tienen efectos, pero lo que está claro es que no tienen ningún efecto positivo.
Los efectos negativos encontrados en los niños que reciben bofetadas son bastantes: es más probable que sean agresivos, desarrollen problemas de conducta (e.j., acoso), muestren problemas de salud mental (e.j., depresión), se lleven peor con sus padres, sean más rebeldes y tienen mayor riesgo de sufrir lesiones físicas y abusos.
Sí, Pero… ¿Están Todos los Investigadores de Acuerdo con el Resumen que Acabas de Hacer?

La mayoría de los investigadores en este campo están de acuerdo con lo que acabo de explicar, pero una muy pequeña minoría no está tan convencida. ¿Por qué? La verdad es que examinar las bofetadas no es tan fácil. La mejor manera de examinar los efectos de cualquier comportamiento parental en el desarrollo de los niños es realizar estudios experimentales. ¿Cómo se vería esto en el caso de una bofetada? Tomaríamos dos grupos de padres e hijos: durante un período de tiempo, un grupo golpeará a sus hijos y el otro no. Luego mediríamos los resultados de los niños. Como habrás adivinado, este tipo de investigación experimental es totalmente poco ético y nunca sucederá (afortunadamente). Por lo tanto, debemos confiar en estudios correlacionales y de intervención que utilicen observaciones e informes de padres e hijos.
Los críticos también dicen que los bofetones se han analizado junto con tipos más extremos de castigo físico (por ejemplo, patadas o golpes) y que es muy diferente darle un azote a un niño que darle una patada o herirle gravemente. Es cierto que los primeros investigadores analizaron juntas muchas formas diferentes de castigo físico, pero investigaciones más recientes han analizado los bofetones por sí solos y los hallazgos siguen siendo válidos: los bofetones son malos para los niños, aunque no tan malos como otros tipos más severos de castigo físico.
Este tipo de investigación no es perfecta, pero es la mejor que tenemos. Y cuando décadas de investigación con un número considerable de padres y niños muestran consistentemente que es malo golpear a los niños, podemos decir con bastante confianza que no debemos golpear a los niños.
A Veces Parece que dar un Bofetón Es la Única Forma que Mis Hijos Hagan Caso. Si No Les Puedo Dar un Bofetón, ¿Qué Hago?

El objetivo de la disciplina es hacer que nuestros hijos comprendan por qué lo que hicieron estuvo mal. Pegar a nuestro hijo no consigue esto, sino que estamos asustando a nuestros hijos. Cuando pegamos a nuestros hijos, es posible que dejen de hacer lo que están haciendo, pero no porque entiendan que lo que están haciendo está mal sino porque nos tienen miedo y quieren que dejemos de hacerlo.
En lugar de pegar a tus hijos, intenta explicarles por qué su comportamiento fue incorrecto. Y sé coherente, intenta explicárselo cada vez que se comporte de esa manera. Después de muchas repeticiones, entenderán el mensaje. Castig a sus hijos pero intente utilizar “consecuencias conectadas”. ¿Qué quiere decir esto? Si la regla en tu casa es que tu hijo tiene que colocar la ropa sucia en el cesto pero la deja en el suelo del baño, en lugar de decirle que no puede jugar videojuegos durante un mes, utiliza una consecuencia conectada. Diles que la ropa que no esté en el cesto, no se lavará y por tanto no tendrán ropa para hacer deporte o salir con sus amigos. Al hacer esto, obtienen una consecuencia negativa por sus acciones y, al mismo tiempo, usted aborda el problema directamente.
Por último, recuerda que cuando pegamos a un niño suele ser porque hemos perdido la paciencia. Entonces, si queremos utilizar mejores técnicas de disciplina, debemos trabajar en nosotros mismos. Aprenda cuáles son sus factores desencadenantes y las técnicas que podemos utilizar para evitar que perdamos la paciencia. Recordar que enfadarnos con nuestros hijos no es un problema, lo que puede ser un problema es qué hacemos con ese enfado. Si siente que pierde los estribos con más frecuencia de lo que le gustaría, ponte en contacto con nosotros, te podemos ayudar ¿Significa esto que siempre lo haremos bien? No, somos humanos y a veces lo perderemos, lo importante es que la mayoría de las veces lo hacemos bien.
Esperamos que esta información te resulte útil. Ponte en contacto con nosotros si tienes alguna pregunta o comentario.
Un abrazo,
Ana
Las vacaciones de verano son un buen momento para reflexionar sobre lo que funcionó y no funcionó durante el año académico anterior, permitiéndonos empezar el nuevo curso con energía y con nuevos objetivos. Hacer este ejercicio te ayudará a lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida. Esto significa dar igual importancia a tu carrera y a tu vida personal. El equilibrio entre la vida laboral y la vida laboral es más que una frase pegadiza: es una necesidad.
Estos son ocho consejos para lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar:
1. La perfección no existe:
La idea del padre o madre perfecto no existe. No eres un superhéroe. Habrá momentos en que las cosas no serán perfectas. Acepta que esto está bien, no estás fallando, estás haciéndolo lo mejor que puedes. Y recuerda que en su mayor parte, el ideal de perfección que vemos en las redes sociales no es real. ¡No caigas en la trampa! La perfección es un objetivo poco realista, e intentar alcanzarlo sólo te llevará a sentirte estresado e insatisfecho.
2. Pide ayuda
Pedir ayuda no es un signo de debilidad. ¿Recuerdas el dicho “Se necesita un pueblo para criar a un niño”? ¡Es verdad! Y aún más en el caso de los padres y madres trabajadores. Todos necesitamos ayuda a veces. Coordinate con otros padres y familiares. Haz turnos para acompañar a los niños al colegio, comparte fiestas de cumpleaños y coordina tardes de juegos para que todos podais tener algo de tiempo libre.
3. Sé flexible
Entender que puede haber momentos en que tu familia te necesita más y otros momentos cuando tu trabajo requiere tu atención es esencial. Sé flexible y prepárate para volver a priorizar cuando las cosas cambien.
4. Cuídate
Para poder cuidar a los demás, debes cuidarte a ti mismo. Si no te sientes fuerte, no podrás rendir ni en casa ni en el trabajo. Recuerda dormir y comer bien, y hacer ejercicio regularmente. Muchos de nosotros nos sentimos culpables cuando nos dedicamos tiempo a nosotros mismos, pero debemos aprender a ignorar ese sentimiento. Piensa que cuidarte es el primer paso para cuidar de todo y de todos en tu vida.
5. No te sientas culpable por trabajar
Utiliza el tiempo que tienes con los niños para disfrutarlos, hacer cosas juntos y apoyarlos. No pierdas el tiempo deseando que no tuvieras que trabajar. Esos pensamientos no son útiles, especialmente si no tienes otra opción que trabajar. Se puede trabajar y ser un padre o madre estupendo ¡No dejes que nadie te diga lo contrario!

6. Aprende a decir “no”
Para muchos de nosotros decir que no es difícil. Quizás para ti decir que no te llena de culpabilidad, te gusta quedar bien con todos, o tienes miedo de decepcionar a los demás. Sin embargo, piensa que tu tiempo y tus recursos son limitados, y deberías poner tu energía y esfuerzo en las cosas que son importantes para tí y para tu familia. Cuando te pidan algo que no puedas o no quieras hacer, dí que no. Y cuanto antes lo hagas mejor, para asi evitar el estrés innecesario. Algunas maneras de decir que no son: ‘Tristemente, tengo demasiado lío ahora mismo’, ‘me encantaría poder ayudarte pero no puedo’, ‘gracias por pensar en mí. Sin embargo, no puedo hacerlo’, o ‘lo siento, no puedo encajar esto en este momento’. ¡Cuanto más lo hagas, más fácil será!
7. Establece expectativas claras en casa y en el trabajo
El comienzo del año académico es el momento perfecto para pasar un tiempo a solas y decidir lo que quieres lograr en los próximos meses. De igual modo, es un buen momento para celebrar ‘reuniones de expectativas’ en casa y en el trabajo. En casa, decide con tu familia lo que se espera de cada uno, las reglas y la organización de la casa durante el otoño.
En el trabajo, dependiendo de tu papel, ten una conversación parecida con tus colegas y miembros de tu equipo. Hacer esto reducirá la probabilidad de tener que decir «no» y habrá menos decepciones, malentedidos y discusiones.
8. Cambia un hábito poco saludable
Muchos de nosotros tenemos hábitos que no son los mejores para nuestra salud física y mental. Quizás bebes demasiado, no haces suficiente ejercicio, comes demasiada comida procesada, o pasas demasiado tiempo en Instagram. Mientras que no es realista intentar cambiar todos nuestros malos hábitos (o no tan buenos) a la vez, sí que es realista intentar cambiar uno. ¡Decide un hábito que te gustaría cambiar, y ve a por ello!
Te deseamos a tí y a tu familia lo mejor para el nuevo año académico. Si sientes que necesita apoyo adicional, acuerdate de contactar con tu experto de REC Parenting. Si todavía no lo tienes, ponte en contacto con nosotros!
Estamos aquí para apoyarte a tí y a tu familia!
¿Deberían los niños hacer deberes durante las vacaciones de verano o deberían descansar? Esta no es una pregunta fácil de responder y dependiendo de a quién preguntes, es muy probable que obtengas respuestas diferentes.
Los educadores que defienden que los niños deben seguir trabajando durante el verano lo hacen basándose en investigaciones que demuestran que cuando los niños no hacen nada de matemáticas y lectura durante el verano, pierden entre dos y tres meses de aprendizaje. Así que, básicamente es como si terminaran el año escolar en marzo. Este es un fenómeno razonablemente bien documentado llamado retroceso o bajón de verano.
Es importante considerar que el bajón de verano no afecta a todos los niños por igual. Suele ser peor para los niños neurodivergentes, así como para los niños que no hablan el mismo idioma en casa y en el colegio (por ejemplo, en nuestro caso hablamos español en casa pero el colegio de mis hijos es inglés). En el caso de estos niños, no sólo pueden olvidar lo aprendido durante el curso, sino que también pueden necesitar refrescar el idioma que usan en el colegio. También se ha demostrado que el bajón de verano es peor para los niños con pocos recursos.

Pero antes de lanzarte a comprar cuadernos y libros de actividades para que los haga tu hijo en la playa, es importante tener en cuenta que hay también expertos que no están seguros que el bajón de verano realmente exista. Estos expertos se apoyan en que los últimos estudios que se han hecho recientemente sobre este tema, no han encontrado los mimos resultados que estudios más antiguos que encontraron que el bajón de verano realmente existe.
Entonces… ¿Qué hacemos? Hemos examinado cuidadosamente la investigación y nuestra conclusión es que hacer algo de matemáticas y lectura durante el verano es positivo para el aprendizaje de los niños. La clave es cómo hacerlo.
Piensa que el trabajo no tiene que ser formal, especialmente en el caso de los más pequeños. Por ejemplo, puedesllevar a tu hijo a la biblioteca y elegir libros, cómics o revistas que le diviertan. Recuerda que el objetivo no es que tu hijo aprenda nuevos contenidos sino que mantenga su nivel de lectura. Por lo tanto, si tu hijo quiere leer sobre un tema que a ti no te gusta o no consideras importante o ‘serio’, déjale. Y mejor aún, habla sobre el tema sobre el que esté leyendo para demostrarle que valoras sus intereses y gustose. Al mismo tiempo, estarás apoyando su comprensión lectora.
También puedes apoyar las habilidades lectoras de tu hijo leyendo las señales cuando vauais en el autobús o en el coche, cocinando juntos y pidiéndole que te lea las recetas, o pidiéndole que busque artículos en el supermercado cuando hagais la compra.
Para apoyar las matemáticas de tu hijo, puedes sumar las matrículas de los coches cuando esteis en la calle, cocinar juntos pidiéndole que calcule las cantidades, darles dinero de bolsillo para que tenga contar monedas, y jugar juegos de mesa juntos en los que tenga que contar.
Otros educadores abogan por que los niños no hagan trabajo y descansen y se diviertan durante el verano. Estamos totalmente de acuerdo en que el verano es el momento para que los niños se relajen, se diviertan y hagan actividades que disfruten. Sin embargo, el día es largo y seguro que encuentras un rato para leer juntos o hacer algo de matemáticas. Dicho esto, hacer deberes en verano no es bueno si causa estrés en tu hijo y en tu familia. El resentimiento no ayudará a que tu hijo aprenda. Si obligar a tu hijo a hacer deberes está dañando vuestra relación, probablemente sea mejor dejarlo.
Mientras que las habilidades académicas son muy importantes, las habilidades socioemocionales de los niños también son increíblemente importantes, y el verano es un período ideal para practicarlas. Aprovechar al máximo el tiempo libre para ver a amigos y familiares, charlar tranquilos y hacer cosas juntos. Deja que tu hijo elija lo que hacer en su tiempo libre hacer. Y recuerda que estar aburrido a veces no es algo malo. ¡De hecho, puede ayudar a desarrollar la creatividad!
Por último, el verano puede ser el momento perfecto para fortalecer la relación con tu hijo sin tener que preocuparte por los horarios, llegar a tiempo a la clase de judo o meterle en la cama pronto. Hagas lo que hagas este verano, disfruta. Esperamos que a finales del verano, tú y tus hijos hayais descansado y esteis listos para comenzar el nuevo año académico.
Espero que encuentres este artículo útil. Para cualquier comentario o pregunta, ponte en contacto con nosotros. ¡Estamos aquí para ti!
Ana
Con el comienzo del año académico, se forman nuevas amistades, otras se quedan atrás, los grupos de amigos se reorganizan y, por desgracia, el bullying puede ocurrir. Porque seamos honestos, el bullying ocurre en la mayoría de los colegios. Yo soy en general muy escéptica cuando los colegios dicen que a ellos no les pasa porque la realidad es que sí que ocurre, lo importante es qué hace la comunidad escolar cuando hay casos de bullying.
¿Qué Es el Bullying?
El acoso o bullying ocurre cuando un niño hace daño a otro a propósito. El bully tiene más poder que la víctima, puede que sea más fuerte, más grande o más popular.
El bullying no ocurre solo una vez. Sucede repetidamente durante un período de tiempo. Es más frecuente entre los 10 y los 13 años, pero puede ocurrir a cualquier edad.
Tipos de Bullying
• Emocional: Aislar socialmente al niño, ponerle motes, reírse de ellos…
• Físico: Dar patadas, pegar, romper o estropear sus cosas…
• Ciberbullying: Es una forma de acoso emocional a través de dispositivos electrónicos. El problema con el ciberacoso es que la víctima no puede escapar a sus atacantes. No descansan del acoso. Ni siquiera cuando están en casa y deberían poder sentirse seguros.
¿Quién Corre Riesgo de Ser Víctima de Bullying?
Todos están en riesgo, pero la realidad es que algunos niños tienen más probabilidades de ser acosados que otros. Los niños que son considerados como “diferentes”, por ejemplo, porque son nuevos en el colegio, son de otro país o de otra religión tienen más probabilidades de ser acosados. Los niños con baja autoestima o con necesidades especiales también tienen un riesgo mayor. En general, es más probable que los niños a los que otros consideran como “más débiles” o “diferentes” sean acosados.
¿Cómo Saber si mi Hijo Está Siendo Acosado?
• Una pérdida repentina de confianza, el niño se vuelve muy retraido, está de mal humor, agresivo, tiene rabietas, o estás enfadado
• Saca peores notas
• No quiere ir a la escuela: Encuentra excusas por la mañana para no ir al colegio, se encuentra mal por la mañana
• Cuando vuelve a casa le falta parte de su material o lo trae roto o estropeado
• Dice que no comió a porque tal vez el bully se llevó su comida o se llevó su dinero para comer
• Tiene moratones, heridas, golpes o cortes
¿Qué Hacer si mi Hijo Está Siendo Acosado?
• Expliquele qué es el acoso y enfócate en el comportamiento en lugar de etiquetar a otros niños (“Son malos”) o a tu hijo (“Eres débil”).
• Déjale muy claro que no es su culpa.
• Asegúrale que hay medidas que podeis tomar .
• Animale a ser asertivo. Esto no significa que deba ser agresivo, sino tranquilo y firmes. Haz que tú eres el bully y tu hijo es la víctima para que cuando tenga que enfrentarse al bully en el colegio tenga las herramientas necesarias.
• NUNCA le digas a tu hijo que resuelva el problema peleandose con el bully. Rara vez funciona y puedes meter a tu hijo en más problemas.
• Explora formas de que tenga más amigos, por ejemplo, uniéndose a nuevas clases extracolares.
• Fomenta actividades que mejoren la autoestima como el drama o el deporte.
• Explora maneras de involucrar al colegio para encontrar una solución aunque tu hijo no quiera. Puedes proponerle que hableis junto con su profesor favorito.
• NO trates el problema como si fuera ‘cosas de niños’. Si tu hijo viene a tí porque le están hacienda daño o le está amenazando, trata de no decirle cosas como «No es para tanto” o «No seas melodramático, eso nos ha pasado a todos y aquí estamos«. El acoso puede tener consecuencias dramáticas especialmente cuando la víctima piensa que no hay salida.
• Mantén un diario del acoso en caso de que lo necesiteis en el futuro.

¿Por Qué Algunos Niños Se Convierten en Bullies?
Los niños intimidan a otros para ganar estatus en su grupo de compañeros. Buscan la aprobación de sus compañeros duros, crueles y poderosos o ganando reputación. Los acosadores a menudo carecen de empatía, y su necesidad de pertenecer al grupo anula cualquier sentimiento de culpa que puedan experimentar.
Es importante recordar que a los propios bullies no les suele ir muy bien. Tienden a tener problemas en el colegio y suelen mostrar altos niveles de agresión, depresión y ansiedad. También tienen dificultades para gestionar sus emociones, particularmente la ira.
¿Y si mi Hijo Es el Bully?
Ningún padre quiere pensar que nuestro hijo es un abusador pero si el acoso ocurre, alguien lo está haciendo. Empecemos diciendo que NO es tu culpa si tu hijo es el bully.
Si tu hijo es el bully, necesitas un plan de acción con el colegio. Entre todos necesitais entender porque tu hijo se comporta de esa manera. ¿Por qué lo hace? El apoyo profesional suele ser una buena idea en estos casos. Considera que muchos bullies siguen comportándose así toda su vida, por lo que es muy importante abordar el asunto lo antes posible.
Por último, es importante considerar que el acoso rara vez ocurre en aislamiento. Normalmente, toda la clase o todo el grupo de compañeros lo saben. Algunos niños pueden apoyarlo, otros pueden pensar que está mal pero tienen miedo a decir algo y arriesgarse a ser los próximos, mientras que otros pueden defender a la víctima. Es realmente importante que todos los padres tengamos una charla con nuestros hijos sobre este tema, animándolos a confiar en nosotros u otros adultos a su alrededor si ellos o a otros que están siendo acosados. Acabar con el bullying no es sólo responsabilidad de los colegios o de los que participan directamente en él, sino de todos nosotros.
Este artículo se basa en la masterclass de la profesora Helen Cowie: Todo lo que necesitas saber sobre el bullying. Echale un vistazo para encontrar muchos más recursos e información sobre este tema. Si su hijo está padeciendo acoso no dudes en ponerte en contacto con tu terapeuta de REC. Envianos un correo electrónico a hello@recparenting.com para cualquier comentario o pregunta. ¡Estamos aquí para apoyarte!
Todo nuestro cariño,
Ana y el equipo de REC Parenting
Hace tiempo que tengo pensado escribir sobre el sharenting porque ha cobrado más relevancia en los últimos años.
El sharenting se refiere a la práctica de un padre de utilizar regularmente las redes sociales para comunicar información detallada sobre su hijo en redes sociales como Instagram, Facebook, X (antes Twitter) y WhatsApp. Esto puede incluir fotos, vídeos, historias personales y otras actualizaciones sobre la vida del niño. El término «sharenting» fue acuñado por el escritor del Wall Street Journal, Steven Leckart, a principios de la década de 2010. Se incluyó en el Oxford English Dictionary en 2022.
Os doy algunas cifras para que entendáis lo frecuente que es el sharenting:
- Según el regulador de comunicaciones del Reino Unido, el 56% de los padres han compartido información en línea sobre sus hijos. La mitad dice que comparte fotos de sus hijos al menos una vez al mes. Los padres tardan solo 57,9 minutos después del nacimiento en compartir la primera foto de su recién nacido.
- Los padres comparten un promedio de 300 fotografías de sus hijos en línea cada año. El padre ‘típico’ publicará 1500 fotografías de sus hijos en línea antes de los 5 años.
- El 80% de los niños tienen presencia en línea a la edad de dos años, pero en muchos casos comienza incluso antes de que nazca el bebé, cuando los futuros padres comparten imágenes de sus hijos por nacer (AVG Technologies, 2010).
Los padres comparten información sobre sus hijos en Internet con buenas intenciones. La mayoría de ellos quieren mantener a sus familiares y amigos bien informados, mientras que otros afirman que utilizan las redes sociales como un medio de almacenamiento de recuerdos. Lamentablemente, el sharenting tiene un lado oscuro que los padres deben conocer.
Estos Son los Puntos Principales que Debes Tener en Cuenta Antes de hacer Sharenting:

Tu hijo Tiene Derecho a la Privacidad.
¿Qué contenido estás compartiendo? Compartir información embarazosa, traumática o íntima sobre tu hijo puede significar que estás violando el derecho a la privacidad de tu hijo. Tu hijo puede ser pequeño todavía, pero crecerá bastante rápido, y puede que se sorprenda y se resienta contigo por haber compartido información íntima sobre él. Un estudio realizado por la Universidad de Michigan descubrió que el 56% de los padres compartieron información (potencialmente) embarazosa sobre sus hijos en línea.
¿Has Oído Hablar del Secuestro Digital o Juego de Roles con Bebés?
Se trata de cuando desconocidos roban imágenes de tu bebé o hijo, les dan un nuevo nombre y las reclaman como suyas. Crean familias e historias falsas. Algunas de estas cuentas falsas están dirigidas por adolescentes y suelen ser bastante inofensivas. Sin embargo, otras cuentas las utilizan para crear historias sexuales o abusivas. La política de Instagram es eliminar esas cuentas tan pronto como se enteren de su existencia, pero esto sigue sucediendo.
Ten Cuidado con los Depredadores.
Cualquier foto que publiques de tu hijo puede ser manipulada y terminar en sitios web pedófilos. Incluso los que crees que son muy «inocentes». Piensa que no todo el mundo ve una foto de tu hijo a través del mismo lente. Según el FBI, hay 500.000 depredadores en línea activos cada día y todos tienen múltiples perfiles. Se estima que las fuerzas policiales encuentran miles de imágenes indecentes de niños en línea todos los días. Tu hijo también podría ser víctima de «sextorsión»: los depredadores manipulan las fotos, por ejemplo, haciendo que una foto de un niño en traje de baño parezca desnuda. Luego, el depredador le muestra la foto al niño y lo amenaza con publicarla si el niño no le envía más fotos de naturaleza gráfica o le da dinero.
Estás Afectando la Identidad Digital de tu Hijo.

Es posible que tu hijo no pueda borrar la información que has publicado sobre él. Ten en cuenta que cualquier contenido que publiques en línea ya no te pertenece. Esa información ya no es confidencial y puede ser utilizada por cualquier persona. Tiene el potencial de ser accesible para siempre. Cualquier cosa que reveles sobre tu hijo en línea lo seguirá hasta la edad adulta y es posible que no pueda eliminarla incluso si lo desea. Esta información puede influir en cómo otros perciben a tu hijo y afectar sus futuras perspectivas de empleo o su posición social. Básicamente, no estás permitiendo que tu hijo narre su vida como quiera.
El Sharenting Puede Afectar el Sentido Actual y Futuro de Sí Mismo y el Bienestar de Tu Hijo.
No hay mucha investigación al respecto, pero publicar contenido que sea humillante o vergonzoso para sus hijos puede ser negativo para su autoestima y autoimagen. Algunos psicólogos y educadores incluso lo consideran una forma de abuso infantil, especialmente en el caso de influencers que usan a sus hijos como contenido en las redes sociales. Parte de crecer es comprender que hay aspectos de nuestras vidas que son privados y otros que está bien compartir con los demás. Cuando los padres comparten muchos detalles íntimos sobre su hijo, la percepción de los límites de ese niño puede volverse borrosa. Crecer pensando que nada es privado puede tener consecuencias negativas para su hijo.
Piensa en el Efecto del Sharenting en la Relación con tu Hijo.
¿Tu hijo confiará en tí si crees que puedes compartir todo lo que te dice? Esto es lo que le pasó a Gwyneth Paltrow cuando su hija, que entonces tenía catorce años, la criticó públicamente por compartir demasiado.
Diez Consejos a Tener en Cuenta Sobre el Sharenting

- Familiarízate con las Políticas de Privacidad de los sitios en los que compartes tus fotos. Por ejemplo, Facebook e Instagram se reservan el derecho de usarlas. Utiliza siempre la configuración de privacidad más estricta que permita la plataforma.
- Configura las notificaciones para que te avisen cuando los nombres de tus hijos aparezcan en un resultado de búsqueda de Google.
- Selecciona tu lista de seguidores. Lo ideal es que solo permitas que se registren personas que conoces y en las que confías.
- Si vas a compartir algo, considera hacerlo de forma anónima.
- Ten cuidado al compartir la ubicación de su hijo e idealmente no lo hagas. Cuando compartes tu ubicación, aumenta el riesgo de que tu hijo se convierta en el blanco de depredadores en línea.
- Una vez que tu hijo tenga la edad suficiente, permítele vetar y opinar sobre lo que puede y no puede publicar.
- No compartas fotos de tu hijo en ningún estado de desnudez, con la boca abierta, en ropa interior o en traje de baño. No publiques fotos de tu hijo en una posición sugerente, aunque te parezca tierna o divertida.
- Ten en cuenta que cualquier cosa que compartas tiene el potencial de volverse viral y afectar a tu hijo y a toda su familia.
- Ten cuidado al publicar fotografías o información sobre otros niños. Puede considerarse una violación de su privacidad a menos que pidas permiso a sus padres.
- Piensa siempre antes de publicar algo. Pregúntate si compartirías esa información con un desconocido, si tu hijo la aceptaría cuando la lea en los próximos años, si estás protegiendo su privacidad y si puede ser utilizada por depredadores.
Espero que este artículo te haya resultado útil. Permíteme terminar diciendo que el objetivo de este artículo no es hacerte sentir mal en caso de que suelas compartir información sobre tus hijos. Mi único objetivo es brindarte las últimas investigaciones sobre este tema para que, si decides publicar fotos de tu hijo, lo hagas de manera segura.
Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en contactarnos!
Un abrazo,
Ana
Una pregunta muy común que se hacen los padres es qué tan malo es realmente el divorcio para sus hijos y si sería mejor permanecer juntos por el bien de ellos. Vamos a explicar qué dicen las investigaciones al respecto para que te sientas más seguro si te encuentras ante esta situación.
¿Cómo Es de Malo el Divorcio para los Niños?
En general, las investigaciones indican que los hijos de padres divorciados tienen más probabilidades de experimentar problemas a corto y largo plazo que los hijos que no se divorcian. Algunos de estos problemas incluyen depresión, ansiedad, baja autoestima y malas relaciones sociales. Los hijos de padres divorciados también tienen más probabilidades de experimentar un descenso en su rendimiento académico y tienen un mayor riesgo de abandonar la escuela, participar en conductas delictivas, consumir drogas y acabar divorciándose.
Sin embargo, si estás divorciado o estás a punto de divorciarte, ¡no te asustes! Sí, los hijos de padres divorciados tienen más probabilidades de experimentar algunos de estos problemas, pero la realidad es que las diferencias entre los hijos de padres divorciados y los hijos cuyos padres están juntos son muy pequeñas. Se estima que solo alrededor del 10% de los adultos con padres divorciados se ven afectados negativamente por el divorcio. La mayoría de los hijos de padres divorciados no sufren problemas importantes.
¿Por Qué Algunos Niños Afrontan Mejor el Divorcio que Otros?
Hay una variedad de factores, como la personalidad de los niños, la edad, la situación familiar antes del divorcio y cómo se maneja el divorcio que influyen en cómo los niños afrontan el divorcio.
Si consideramos la personalidad, algunos niños pueden experimentar efectos negativos durante un corto período de tiempo, para otros esos efectos negativos pueden durar más tiempo, mientras que otros niños son más resilientes y no luchan mucho.
La edad de los niños también importa cuando se consideran los efectos del divorcio. Los niños más pequeños pueden no comprender lo que está sucediendo. Algunos de ellos pueden experimentar ansiedad por separación cuando pasan de un padre al otro. Otros pueden mostrar comportamientos regresivos y volver a mojar la cama, hacer berrinches o chuparse el dedo. Los preadolescentes y adolescentes tienen más probabilidades de comprender lo que está sucediendo, pero pueden tener dificultades para regular las fuertes emociones que probablemente traerá la noticia del divorcio y adaptarse a una nueva rutina.
El nivel de conflicto dentro de la familia antes del divorcio es un factor que parece ser muy influyente en la determinación de cómo los niños se verán afectados por el divorcio. Para los niños que viven en familias con un alto nivel de conflicto, el divorcio puede no ser negativo, sino incluso positivo. Para estos niños, el divorcio puede ser un alivio. En cambio, el divorcio para los niños que viven en familias con un nivel bajo de conflicto tiende a ser más negativo porque los niños pueden percibir que han perdido los beneficios de una estructura familiar estable.
El factor que parece ser más importante para determinar cómo los niños afrontan el divorcio es cómo los padres gestionan el proceso de divorcio.
Cómo Gestionan los Padres el Divorcio Es Más Importante que el Divorcio en Sí
Durante muchos años se creyó que el divorcio en sí tenía un efecto muy negativo en los niños, pero los métodos de investigación más desarrollados y matizados muestran que el mayor impacto en los niños no es el divorcio en sí, sino cómo se maneja.
De hecho, los niños que generalmente se desenvuelven mejor cuando sus padres se divorcian son aquellos cuyos padres no tienen una relación conflictiva.
Por lo tanto, si está divorciado o en proceso de divorcio, tenga la seguridad de que la experiencia del divorcio no significa automáticamente que los niños tendrán dificultades. Lo que marca la mayor diferencia es cómo maneja el divorcio. Esto nos lleva a la pregunta muy importante de qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos a afrontar el divorcio.

Cómo Apoyar a Nuestro Hijo Durante el Proceso de Divorcio
- Empieza por tener una conversación con tu hijo y explícale que os vais a divorciar, las razones (de una manera apropiada para su edad) y qué sucederá a continuación. Lo ideal es que ambos padres estén presentes en esta conversación. Los niños son pensadores concretos, así que trata de explicarle con detalle cómo será su futura convivencia, ya que eso le dará cierta sensación de seguridad. Permite siempre que tu hijo haga preguntas y déjale claro que el divorcio no es culpa suya, que le queréis y siempre lo querrán. Dejarle claro que seguís siendo una familia, aunque a partir de ahora la vida será diferente.
- Sé coherente con tus límites. A veces, cuando nuestros hijos atraviesan un momento difícil, los compensamos siendo demasiado permisivos o demasiado indulgentes. Recuerda siempre que los niños necesitan límites claros.
- Las investigaciones demuestran claramente que a los niños les va mejor si ambos padres se comunican y cooperan entre sí. Mantén un frente unido. No estáis juntos, pero debeis intentar seguir siendo un equipo para vuestro hijo. A vuestro hijo le irá mejor si los dos seguís las mismas reglas y rutinas.
- Los niños se sienten mejor cuando mantienen un contacto regular con ambos padres. De hecho, las investigaciones muestran que a los niños cuyos padres tienen su custodia compartida les tiende a ir mejor que a los niños que solo tienen contacto con uno de los padres. Los niños que pierden el contacto con uno de los padres tienen más probabilidades de sufrir depresión, baja autoestima, ira y angustia. Sin embargo, en los casos en que uno de los padres es abusivo, negligente, sufre graves problemas de salud mental o dificultades de adaptación, puede recomendarse un contacto limitado.
- Sé respetuoso con tu expareja. Habla de él o ella de forma amable y trata de valorar sus puntos fuertes. Puede parecer difícil (sobre todo al principio), pero piénsalo desde el punto de vista de tu hijo: él se ve a sí mismo como parte de cada uno de vosotros, así que si constantemente criticas a su padre o madre, piensa en cómo le harás sentir.
- Es muy probable que durante el proceso de divorcio, tus niveles de estrés aumenten y la calidad de tu crianza disminuya. Cuando los padres estamos estrésalos, normalmente nos volvemos más duros con nuestros hijos o por el contrario, nos volvemos más permisivos. Trata de ser consciente de cómo estás afrontando la situación y cómo esto puede estar influyendo en tus hijos. Cuanto mejor te adaptes a la situación, mejor lo afrontarán tus hijos. Piensa también si estás recurriendo a mecanismos de afrontamiento negativos, como beber o comer demasiado. Busca asesoramiento profesional si tienes dificultades y apoyaté en amigos y familia.
- Por último, ten en cuenta que es imposible proteger a tu hijo del dolor que traerá consigo el divorcio. Lo importante es demostrarle que estás ahí para él en este proceso, que caminas con él. Escúchalo y hazle sentir escuchado.
- Intenta mantener la rutina lo más estable posible. Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos para poder desarrollarse. Es más probable que esto suceda si no tienen que preocuparse por quién los recogerá en el colegio o dónde pasarán la noche.
¿Cuál Es el Mensaje Final?
Como suele ocurrir en psicología, la cuestión de si el divorcio es bueno o malo no es sencilla. Sí, todos los niños preferirían que sus padres permanecieran juntos, pero la realidad es que el divorcio forma parte de las relaciones humanas. Las investigaciones nos indican que, en lugar de centrarnos en si el divorcio en sí es bueno o malo, debemos centrarnos en cómo gestionamos el proceso de divorcio para que sea lo menos conflictivo posible y nuestros hijos tengan las menores dificultades posibles. Aunque a algunos niños les puede ir peor después de un divorcio, este deterioro suele ser pequeño y de corta duración. Por el contrario, para los niños que viven en familias muy conflictivas, el divorcio puede incluso ser beneficioso. Recuerda que lo que importa no es la estructura familiar, lo que importa es cómo se llevan los miembros de la familia. El objetivo es que, independientemente de cómo sea tu familia, tu hijo se sienta seguro y querido en un entorno estable.
Espero que este artículo te resulte útil. Mándanos cualquier pregunta que tengas.
Un abrazo,
Ana
Dicen que el divorcio, junto con el duelo y la mudanza, son los tres acontecimientos más estresantes por los que puede pasar una persona. Dado que no dejamos nuestra vida personal en la puerta de la oficina, es más probable que el divorcio afecte al trabajo de cualquier empleado. De hecho, los resultados de una encuesta de 2023 a más de 200 empleados que habían pasado por un divorcio o una separación, encargada por la Positive Parenting Alliance, mostraron lo siguiente:
- El 90 % afirmó que su separación o divorcio había afectado negativamente a su capacidad para trabajar
- El 75 % admitió que era menos eficiente en el trabajo
- El 50 % temía perder su trabajo debido al efecto de su divorcio
- El 95 % sintió que su salud mental se vio afectada negativamente
- El 39 % tuvo que tomar licencia por enfermedad o licencia sin goce de sueldo
- El 12 % dejó de trabajar por completo
- Solo el 9 % informó que sus empleadores tenían políticas o apoyo para ayudarlos a superar su divorcio
Estos hallazgos muestran claramente que los empleadores deberían considerar seriamente incluir el divorcio y la separación en sus políticas de recursos humanos. Dado que la mayoría de quienes se divorcian están en edad laboral, tiene sentido que los empleadores comprendan las necesidades de los empleados que atraviesan un divorcio y las áreas de riesgo potenciales. ¿Cuáles son las medidas que puedes tomar como empleador?
- Incluye la separación y el divorcio como un “acontecimiento vital” en tu política de RR.HH. De esta manera, tus empleados sabrán que apoyo se les ofrece y te asegurarás de que todos los empleados reciban el mismo trato cuando se enfrenten a la misma situación en lugar de dejar la decisión sobre cómo apoyarlos a discreción de cada uno de los managers.
- Ofrece horarios flexibles. Aunque los empleados no tienen derecho legal a ausentarse del trabajo para afrontar una ruptura familiar, lo mejor para ambas partes es ser flexibles siempre que sea posible. Permitir que los empleados trabajen desde casa, cambien su horario laboral para adaptarse a las citas con el cuidado de los niños o los abogados, o incluso que se tomen un año sabático, puede ser mutuamente beneficioso. Es importante no hacer suposiciones y dejar que el empleado tome la iniciativa. Mientras que algunas personas pueden optar por tomarse un tiempo mientras se ocupan de su divorcio, otras pueden encontrar un refugio en la oficina y ver el trabajo como una distracción bienvenida.
- Proporciona acceso a servicios de salud mental y apoyo legal. Al hacer esto, demostrarás a tus empleados que te preocupas por ellos y ayudarás a aumentar las tasas de retención, reducir el ausentismo y mantener los niveles de productividad. El apoyo en materia de salud mental es particularmente relevante, ya que hay pruebas sólidas que demuestran que el divorcio tiene efectos negativos en la salud mental, aunque afortunadamente tienden a ser temporales.
- Ofrece apoyo financiero. El coste medio de un divorcio en el Reino Unido en 2021 fue de 14.651 libras esterlinas. Además, el divorcio está asociado a una disminución sustancial de los recursos económicos de las madres y los hijos. Considera lo que puede hacer para ayudar a aliviar esta presión financiera. ¿Podrías proporcionar un préstamo sin intereses o suspender los pagos de cualquier préstamo existente? ¿Podrías adelantar un aumento de sueldo o un bonus? ¿Podrías mejorar sus contribuciones a la pensión para ayudar a reconstruir una pensión que se dividirá en los procedimientos de divorcio?
- Ofrece apoyo práctico. Podrías crear una red interna para personas en la misma situación y traer a expertos relevantes, como un psicólogo infantil, un consejero o un abogado de familia.
- Proporciona información con prontitud. Es posible que tu empleado te pida que proporciones información financiera sobre él. Si este es el caso, se lo más rápido posible para evitar demoras innecesarias en los procedimientos de divorcio.
- Considera realizar ajustes razonables. Si el empleado tiene problemas de salud mental, considera si puede tener alguna discapacidad. Puede ser una buena idea que el empleado busque el asesoramiento de su médico.
- Sobre todo, sé compasivo, muestra paciencia y sé proactivo al ofrecer su apoyo. Esta situación no durará para siempre, tu empleado llegará a una «nueva normalidad» y es probable que nunca olvide que la empresa lo apoyó durante este período difícil.

Estas son solo algunas medidas con las que puedes apoyar a tus empleados. Entendemos que existe un límite en cuanto a hasta dónde llegan las responsabilidades de los empleadores, y que el apoyo que los empleadores pueden brindar depende del tamaño de la fuerza laboral y los recursos disponibles. Sin embargo, considera que incluso pequeños pasos mostrará a tus empleados que le importa y puede ayudarlo a retener a esas personas valiosas dentro de su organización. Sé proactivo. No esperes a tener empleados con problemas. Ofrecer apoyo es una decisión comercial inteligente incluso si no está legalmente obligado a ayudar. Empresas como Asda, Tesco, Unilever, PwC y Metro Bank están revisando sus políticas laborales. ¿A qué estás esperando? ¡Pónte en contacto con nosotros para ver cómo podemos apoyar a su empresa!
Un abrazo,
Ana
Tuviste a tu bebé, tienes dominada la lactancia, hecha tu rutina (¡o casi!) y antes de que te des cuenta, llega el momento de volver al trabajo. Si decides seguir dando el pecho a tu bebé (lo que decidas está bien), hay varias cosas que debes considerar y discutir con tu empresa. No olvides que para que la lactancia materna en el trabajo sea un éxito, debe haber comunicación y compromiso entre tu empresa, tu superior directo y tú misma (si tu bebé coopera, será una gran ventaja). Veamos lo que las tres partes involucradas deben hacer.
La Empresa Debe:
- Promover un entorno que apoye a los padres.
- Tener una política oficial de lactancia.
- Ofrecer tiempo durante el día para que las madres sacarse leche o dar el pecho a sus bebés.
- Ofrecer horarios de trabajo flexibles para las madres lactantes.
- Ofrecer una habitación cálida, limpia y privada para que las madres se saquen leche (¡que no sea un baño, por favor!) y una nevera (uno separado, si es posible) para almacenarla.
- Dar formación a los jefes de equipo para que sepan cómo apoyar a las madres lactantes.
- Contratar a un consultor de lactancia para brindar apoyo adicional a los empleados, siempre que sea posible.
Los Line Managers Deben:
- Hablar con las madres trabajadoras desde el principio para que sepan qué esperar cuando vuelvan y se puedan hacer los ajustes necesarios (por ejemplo, trabajo flexible, organización de descansos, etc.). No se debe dar por sentado que la empleada amamantará (o no).
- Contactar de vez en cuando con las madres para ver como están.
- Sea comprensivo. Hablar sobre este tema puede ser difícil para las madres.
Las Madres Lactantes Deben:
- Pensar con anticipación en lo que quieren hacer con respecto a la lactancia materna (o no) y discutirlo con su jefe o con el departamento de Recursos Humanos.
- Pedir consejo a compañeros que hayan estado en la misma situación.
- Ser amable con ellas mismas. Equilibrar el trabajo y la lactancia materna es difícil, no sentirse mal si las cosas no salen como habían planeado y recordad que lo están haciendo lo mejor que pueden. Intentar comer bien y descansar un poco (es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos) porque trabajar y amamantar pueden ser agotador, especialmente durante las primeras semanas.
- Tener en cuenta la logística: practicar darle al bebé leche extraída antes de volver a trabajar para que se acostumbre, intentar crear un “banco de leche” y decidir cómo almacenar la leche y transportarla de manera segura.
- Pedir ayuda cuando la necesiten.
Algunos Compañías se Preguntan:¿Por Qué debemos Apoyar a las Madres Lactantes?

Los empleadores deberían apoyar a las madres lactantes que trabajan porque:
- Es una excelente manera de retener y atraer talento. Hay que recordar que 1 de cada 4 madres primerizas que trabajan no regresan al trabajo después de la baja de maternidad o vuelven y lo dejan a los pocos meses. Según The Telegraph, perder personal le cuesta a las empresas británicas aproximadamente £4 mil millones cada año.
- El 83% de los millennials solo quiere tratar con empresas que compartan sus valores. Apoyar a los padres y madres trabajadores es bueno para la imagen de las empresas.
- Reduce el absentismo laboral. La lactancia materna tiene efectos positivos para la salud (por ejemplo, reduce las probabilidades de desarrollar algunos tipos de cáncer) y para los bebés (por ejemplo, los protege contra las infecciones).
- Mejora el equilibrio entre vida laboral y personal de tus empleados. ¡Hazles la vida más fácil!
Si eres parte de una empresa que quiere mejorar el apoyo a los padres y madres trabajadores, ponte en contacto con nosotros.
Un abrazo,
Ana
¿Gritaste a tus hijos durante las vacaciones? ¿Y Quién no? Si eres uno de esos padres (yo entre ellos), es posible que te sientas fatal al leer titulares de noticias recientes como: “Gritar a un niño puede ser tan perjudicial para su desarrollo como el abuso sexual o físico” (CNN; The Guardian)/ Estos titulares son dos ejemplos de muchos artículos que aparecieron recientemente basados en un nuevo estudio que considera el abuso verbal como una forma de abuso infantil.
Seamos claros: creo totalmente que el abuso verbal es una forma de abuso infantil. Pero con lo que no estoy de acuerdo es con esos titulares. En mi opinión, este es un ejemplo de investigación científica malinterpretada y de consejos para padres que pierden matices importantes, no sólo no ayudando a los padres sino provocando vergüenza y culpa. Lo que realmente encontró este estudio es que la manera en la que hablamos a nuestros hijos es importante. El tono de voz que usamos es importante pero lo que decimos es más importante. Hay una gran diferencia entre gritar ocasionalmente a tu hijo: “¡¡¡LÁVATE LOS DIENTES AHORA!!!” o «¡¡¡NO PUEDES HACER NADA BIEN!!!«. No todos los gritos son igualmente negativos. No existe evidencia científica que respalde que gritar ocasionalmente sea negativo para los niños.
¿Estoy defendiendo que es bueno gritarles a nuestros hijos? En absoluto, claramente es mucho mejor hablar con nuestros hijos de forma tranquila. Pero seamos honestos: ¿quién no ha gritado a sus hijos? A menos que tengas nervios de acero, es casi imposible criar a un niño sin al menos gritarle de vez en cuando. Seamos realistas y en lugar de intentar no gritar nunca, intentemos hacerlo lo menos posible y, cuando lo hagamos, no decir cosas de las que nos arrepintamos.
Consideremos Algunos Aspectos Relevantes de los Gritos
El contenido de los gritos es más importante que el volumen. Gritar siempre está mal cuando insultamos, menospreciamos, degradamos, avergonzamos, ridiculizamos, amenazamos o insultamos a nuestro hijo. Nunca debemos usar nuestras palabras para causar angustia a nuestro hijo, sin importar el volumen de nuestra voz.
La frecuencia importa. Si lo “normal” en la familia son los gritos, es probable que el hogar no sea un ambiente cálido y afectuoso. Hay familias en las que los padres “siempre están gritando”. Si este es tu caso, sería una buena idea abordar este tema.
Cuida a tu hijo. Si tu hijo se asusta cuando le gritas, intenta no hacerlo. Intenta no asustar nunca a tu hijo. Cuando eso sucede, tu hijo realmente no puede procesar lo que le estás diciendo y es negativo para su desarrollo.
Los niños están predispuestos a creer en los adultos importantes en su vida. Cuando decimos cosas a nuestros hijos como “no puedes hacer nada bien”, “eres un inútil” o “eres estúpido”, es probable que nos crea e interiorice esos mensajes. Una encuesta reciente realizada en el Reino Unido encontró que los niños de entre 11 y 17 años consideraban que estos tres mensajes eran los peores que escuchaban de sus padres y cuidadores. Lo preocupante es que el 51% de los niños dijero haber escuchado al menos uno de estos mensajes semanalmente y 1 de cada 10 dijo que los escuchaba diariamente. Los niños que son tratados de esta manera tienen más posibilidades de tener la autoestima baja y corren un mayor riesgo de experimentar ansiedad, depresión y abuso de sustancias y alcohol.
¿Por Qué Es Malo Gritar a Nuestros Hijos?

Muchas veces gritar no es una estrategia de disciplina sino una respuesta emocional. Nos sentimos abrumados, frustrados, impacientes, cansados y podemos terminar diciendo cosas de las que nos arrepentimos.
Para dejar de gritar es importante darnos cuenta de que situaciones nos hacen perder los nervios. Podría ser una habitación desordenada (definitivamente la mía), haber dicho lo mismo una y otra vez, ser lento para prepararse, no escuchar o ser difícil con la comida.
Tus gritos también pueden verse influenciados por cómo te criaron. ¿Gritar era la norma para tus padres? Si ese es el caso, piensa cómo te hizo sentir y considera si quieres que sea la norma para tus hijos.
Así que, si nunca les gritas a tus hijos: ¡iFantástico! Pero como madre y psicóloga creo que es casi imposible no gritar nunca a nuestros hijos. Pasará. Lo importante es que no se convierta en la norma. Intentemos no hacerlo, pero si en ocasiones gritamos no nos culpemos. No significa que seamos malos padres y no dañará a tu hijo de forma irreparable y para siempre. Y recuerda, puedes disculparte con tu hijo. Decir «Lo siento, estoy muy estresado esta noche y perdí los nervios» suele ser una buena idea.
Espero que hayas encontrado útil este artículo. Como siempre, ponte en contacto conmigo si tienes alguna consulta o comentario. Y recuerda que nuestros expertos en crianza están disponibles para ayudarle.
Un abrazo,
Ana y el equipo de REC Parenting
En los últimos años algunos psicólogos han expresado su preocupación sobre que los niños crean en Papá Noel. ¿Por qué? Les preocupa que los padres mientan a sus hijos porque creen que eso puede generar desconfianza entre padres e hijos.
¿Mi opinión? : «¡¡¡Venga ya !!!» ¿Es tan grave que nuestros hijos crean por un tiempo en un mundo donde todo es posible? Estoy totalmente a favor de la honestidad entre padres e hijos pero también creo que hay que dejar a los niños ser niños.
Echemos un vistazo a la investigación sobre este tema
¿Decirle a mi hijo que Papá Noel existe creará desconfianza en nuestra relación?
NO. No hay evidencia científica que respalde que la creencia y la posterior incredulidad en Papá Noel creará desconfianza entre padres e hijos.
¿Es negativo que los niños crean en Papá Noel?
NO. El pensamiento mágico es parte del desarrollo de los niños especialmente entre los 5 y los 8 años. Durante estas edades, muchos niños tienen un amigo imaginario y creen en monstruos y alfombras voladoras. Creen en los Reyes Magos, el Conejo de Pascua y el Ratoncito Pérez. Desdibujar las líneas entre la realidad y la fantasía es parte de la infancia.
Si los niños no creen todo lo que les dicen ni todo lo que ven, ¿Por qué creen en Papá Noel?
Hay muchas razones para esto. Primero, ¡realmente quieren creer!
En segundo lugar, todos los que los rodean (incluidos sus padres en quienes más confían) les dicen que Papá Noel es real y aún más, dejan evidencia por la casa para respaldar la historia. Y contrariamente a lo que podamos creer, cuantos más Papá Noeles (e.g., en el colegio, en un centro comercial, en la calle) ven los niños, más se convencen que Papá Noel existe.
¿A qué edad suelen descubrir la (triste) verdad?
La mayoría de las investigaciones muestran que alrededor de los 8 años, los niños comienzan a darse cuenta de que la historia de Papá Noel no cuadra. La mayoría de los niños llegan a esta conclusión por sí solos cuando se dan cuenta de que la historia es físicamente imposible (“¿Entonces Papá Noel entra por la chimenea con los renos?”).

¿Cómo reaccionan los niños cuando descubren la verdad?
No hay evidencia que respalde que descubrir la verdad cause angustia o que los niños empiecen a desconfíar de sus padres. E incluso en niños que se llevan mucho disgusto, ese disgusto no suele durar mucho. Es más, un estudio reciente muestra que algunos niños afirman sentirse aliviados una vez que saben la verdad y otros se sienten orgullosos de estar en el “círculo de confianza” de quienes la saben.
¿Es mejor decirles la verdad a los niños o dejarles que lo averígüen ellos solos?
Es importante destacar que los niños afirman sentirse mejor cuando logran averiguar la verdad por sí mismos. Así que incluso si crees que tu hijo es demasiado mayor para seguir creyendo en Papá Noel, ¡déjale que lo descubra por su cuenta!
Mucha veces los niños saben la verdad pero deciden no decírselo a sus padres porque quiere mantener la magia o porque cree que a sus padres les dará pena cuando se enteren que ya no creen en Papá Noel.
Cuando los niños acuden a sus padres para hablar sobre este tema, probablemente ya lo han pensado mucho y están listos para afrontar la realidad. Con Papá Noel (como con todo lo demás), es aconsejable dejar a nuestros hijo que hablen para saber lo que saben y lo que no saben. Utiliza sus preguntas para evaluar hacia dónde llevar la conversación y qué están dispuestos a discutir y comprender.
Una cosa importante que debemos decirles a nuestros hijos una vez que se enteren de la verdad es que no estropeen la diversión a otros niños: «Ahora que ya lo sabes, eres responsible de mantener la magia de los niños pequeños que no lo saben”.
Y desde REC Parenting eso es lo que deseamos para vuestra familia esta Navidad: que sea una época llena de magia y felicidad para todos. Puedes ponerte en contacto con nosotros en: hello@recparenting.com
Con todo nuestro cariño,
Ana y el equipo de padres de REC
Cuando nos convertimos en padres (y sobre todo en madres), nuestra carga mental se dispara: «Me tengo que acordar de pedir cita en el dentista para Juan «, «Isabel tiene que llevar calcetines rojos al colegio mañana«, «Es el cumpleaños de Tomás la semana que viene, tengo que comprar los globos«, «Tengo que pasar por el supermercado a la salida del trabajo porque se ha terminado la leche» y así sucesivamente. ¡La lista de cosas por hacer no termina nunca! Esta es la carga mental de ser padre. Se describe como el pensamiento, la planificación, la programación y la organización de los miembros de la familia, y el trabajo emocional asociado con este trabajo.
Estoy hablando de la carga mental de los padres, pero para ser justos, en la mayoría de las familias esta carga mental la llevan las madres. No soy yo quien lo dice (no disparen al mensajero), las investigaciones muestran que incluso cuando las mujeres trabajan horas similares y ganan lo mismo o incluso más que los hombres, todavía tienen un segundo turno cuidando de la casa y de los niños. Porque, por lo general, cuando los padres ayudan, están haciendo exactamente eso: ayudar. La mujer sigue siendo la que dirige todo.
No quiero sonar como el Grinch, pero la realidad es que durante la Navidad nuestra carga mental aumenta. ¡Y dependiendo de como de “en serio” te tomes la Navidad, puede aumentar mucho! Decoraciones, visitar a la familia (y negociar las políticas y dinámicas familiares), organizar (y cocinar) las comidas (teniendo en cuenta los requisitos dietéticos de la mitad de la familia), comprar regalos (no olvides envolverlos), ver las funciones del colegio (para los cuales has hecho a mano el disfraz de pastor perfecto), organizar planes navideños, escribir Christmas y ayudar en el concierto de villancicos del colegio… ¡Y debes hacer todo esto mientras haces malabarismos con el trabajo, cuidas a los niños (mientras están de vacaciones) y no te olvides de disfrutar y ser completamente feliz y encantadora! Para muchas familias, los problemas financieros pueden ser una preocupación adicional. Mucho, ¿verdad?

Si te sientes así cada Navidad, mi propuesta para este año es que te pares a pensar en tus prioridades. Está muy bien que quieras crear unas fiestas especiales para todos los que te rodean, pero también necesitas disfrutar y, si es posible, descansar un poco. ¿Cómo lo hacemos?
- Aprende a decir NO. Y di NO sin sentirte culpable. Si te piden que hagas cosas para las que simplemente no tienes tiempo o no quieres, dilo. Aprender a decir NO es una habilidad que todos debemos desarrollar. ¡Cuanto más lo digas, más fácil te resultará!
- Piensa en lo que es importante para ti y lo que no. Olvídate de las cosas que no son importantes. En mi caso, me niego rotundamente a escribir Christmas. Nunca lo he hecho. No quiero pasar horas y horas escribiendo, pegando, pidiendo direcciones…
- Comparte la carga con el resto de la familia. Y me refiero a compartir la carga, no solo a pedirles ayuda. Delega tareas a otros miembros de la familia. Sin embargo, esto significa que si no te gusta cómo lo hacen, ¡debes callarte!
- Manténte alejado de las redes sociales. Si te sientes estresado, esas imágenes impecablemente seleccionadas de la perfección navideña solo te harán sentir peor.
- Por último, lo más importante: tus hijos no necesitan una Navidad perfecta organizada por la madre perfecta pero cansada y estresada. Tus hijos quieren pasar tiempo contigo, quieren reír, jugar y charlar. No les importa si las decoraciones son absolutamente perfectas o cuántas tarjetas navideñas escribiste. No recordarán eso. Recordarán los buenos momentos que pasaron contigo durante la Navidad y que los hiciste sentir queridos y especiales. Ese es el significado de la Navidad.
Te deseamos una muy feliz Navidad. En REC Parenting estaremos aquí para apoyarte, si lo necesitas. ¡Ponte en contacto con nosotros!
Un abrazo,
Ana
Cada vez vivimos en sociedades más multiculturales y, por lo tanto, debemos darles a nuestros hijos las herramientas para comprender, aceptar y celebrar las diferentes razas, culturas y religiones. Una forma en que los niños aprenden sobre estos temas (y muchos otros) es a través de conversaciones con sus padres.
Me Siento un Poco Incómodo Hablando sobre este Tema… ¿Soy el Único?

¡No eres el único! La mayoría de los padres blancos no hablan de temas raciales con sus hijos; de hecho, solo un 10% habla de ello. En cambio, entre un 60 y un 80 % de los padres no blancos hablan de ello con sus hijos.
¿Por qué? Algunos padres se agobian porque les preocupa no hacerlo «bien», otros quieren proteger a sus hijos, mientras que otros piensan que no es un tema importante. Algunos padres piensan que si nunca hablan de ello, sus hijos nunca mostrarán prejuicios raciales.
Algunas familias favorecen una «ideología daltónica». Esta es la idea de que no deberíamos prestar atención a las diferencias raciales porque todos somos iguales. Esto puede ser problemático porque los niños no saben lo que piensan sus padres al respecto y pueden acabar pensando que son racistas o que es un tema tabú del que no se debería hablar. También hay investigaciones que demuestran que cuando los padres no hablan sobre ello, los niños empiezan a pensar que el racismo no existe.
Es importante que hablemos de diferencias raciales con nuestros hijos porque, como veremos a continuación, los niños las perciben desde que son muy pequeños, por lo que no les hacemos ningún favor cuando las ignoramos.
¿Cuándo y Cómo Perciben los Niños las Diferencias Raciales?

Los niños se dan cuenta de las diferencias raciales desde que son muy pequeños. De hecho, los bebés blancos de 3 meses prefieren mirar fotos de bebés blancos y los bebés negros prefieren mirar fotos de bebés negros. Esto se debe a que prefieren mirar lo que están acostumbrados a ver. Curiosamente, los bebés criados en comunidades mixtas no muestran esta preferencia. Esta preferencia continúa a lo largo del desarrollo. Los niños de tres y cuatro años prefieren compartir sus recursos con niños de su misma raza que con niños que no se parecen a ellos. Los niños blancos muestran el sesgo de ayudar a los niños de su propio grupo con más fuerza que los niños de otras razas.
A los niños de tan solo diez años no les gusta hablar de diferencias raciales. En un estudio, los investigadores pidieron a los niños que jugaran a ‘Quién Es Quién». Descubrieron que los niños de 10 y 11 años lo hacían peor que los de 8 y 9 años porque no preguntaban si la persona era blanca o negra incluso cuando hacer esa pregunta era la clave para ganar el juego.
Como puedes ver, los niños perciben las diferencias raciales casi desde el nacimiento, por lo que no tiene sentido ignorarlo. Debemos considerar la raza como un tema de conversación “normal”.
Vale, Entiendo que Debería Hablar sobre Diferencias Raciales con mi Hijo… ¿Pero Cómo lo Hago?

En primer lugar, ten en cuenta que la forma en que abordas este tema es diferente según tu origen. Los niños blancos y no blancos tienen experiencias muy diferentes sobre este tema, por lo que las conversaciones deben ser diferentes.
Si eres blanco y vives en una comunidad mayoritariamente blanca, tu hijo se dará cuenta de la gente que es diferente a él desde una edad muy temprana. Notará diferentes colores de piel y diferentes formas de vestir. Cuando tu hijo haga preguntas sobre por qué alguien es negro o asiático o por qué una mujer usa un velo en la cabeza, intenta responderles celebrando y aceptando las diferencias. Sé objetivo sobre por qué somos diferentes: «Ese niño tiene la piel oscura porque hace mucho tiempo su familia vino de un lugar donde el sol era fuerte y la piel oscura es más resistente al sol» o «Ella usa un hijab debido a su religión; es musulmana». Celebra las diferencias y observa que el hecho de que todos seamos diferentes hace que la vida y nuestras experiencias sean mucho más interesantes.
Reformula lo que los niños pueden considerar como «raro» como diferente e interesante. Hacer esto ayudará a tu hijo a comprender otras culturas y otras perspectivas. En la medida de lo posible, trata de no ignorar ni hacer callar a tu hijo cuando haga estos comentarios (incluso si ocurren en lugares incómodos como el autobús o la cola del supermercado). Recuerda que si tu hijo siente que no quieres hablar de ese tema, lo percibirá como un tabú.
Otra buena idea es exponerlo a historias sobre personas de diferentes orígenes. Leer libros sobre personas que son diferentes y son amigos. Llame la atención sobre estas diferencias (por ejemplo, «Mira, estos niños son diferentes y son amigos«). Sé explícito al respecto. Aprovecha la oportunidad de hablar de ello cuando estéis escuchando o viendo las noticias.
Para las familias no blancas, puede ser una buena idea hablar de sus propias fortalezas culturales y resiliencia. Ayuda a tu hijo a desarrollar orgullo por su origen.
Para Terminar
No ignores el hecho de que todos somos diferentes. Habla con su hijo sobre el tema. Sé objetivo y explica por qué todos somos diferentes. Celebra y acepta esas diferencias.
Un abrazo,
Ana
Todas las familias se enfrentan a dificultades, pero las familias formadas mediante adopción a menudo se enfrentan a sus propios desafíos. En este artículo nos centramos en los niños adoptados y en algunos de los problemas a los que se suelen enfrentar.
La adopción es un viaje que dura toda la vida. La inmensa mayoría de niños adoptados suelen pensar en algún momento en sus padres biológicos. Preguntas frecuentes suelen ser: “¿Por qué me dieron en adopción?”, “¿Qué clase de personas eran?”, “¿Hubiera sido más feliz con ellos?” o ¿Tengo hermanos?». Sin embargo, es importante que no generalicemos y pensemos que todos los niños adoptados son iguales. Algunos se adaptan sin problemas mientras que a otros les puede resultar más difícil. Los problemas de adopción pueden afectarles a cualquier edad y en cualquier momento de sus vidas. Depende de sus circunstancias antes de la adopción, su genética, la edad de adopción, las circunstancias de su familia adoptiva… Sin embargo, es importante recordar que la gran mayoría de niños adoptados han experimentado desafíos serios, y estos no desaparecerán simplemente al ser adoptados.
Estos Son Algunos Problemas a los Que Se Suelen Enfrentar Muchos Niños Adoptados:
Pérdida:
Cualquiera que sea la razón que explique por qué un niño termina siendo adoptado, ese niño ha sido separado de sus padres biológicos. Es posible que algunos niños hayan vivido con varias familias de acogida y, por lo tanto, hayan perdido no solo una, sino varias familias.
Rechazo:
Los niños adoptados pueden sentirse rechazados por sus padres biológicos porque no les querían o no podían cuidar de ellos.
Culpabilidad o vergüenza:
Algunos niños pueden sentir que hay algo malo en ellos y por ello sus padres biológicos no se quedaron con ellos.
Duelo:
los niños adoptados pueden sentir duelo por la pérdida de sus padres y familiares biológicos.
Identidad y Autoestima:
Todos desarrollamos una narrativa de nuestra vida. Empezamos a crear esta narrativa a partir de las historias sobre el dia que nacimos, nuestro primer día de colegio, el día que aprendimos a montar en bicicleta, que nos cuentan nuestros padres y los adultos que tenemos alrededor. A medida que crecemos, seguimos desarrollando nuestra narrativa personal sumando nuestras propias experiencias. Los niños adoptados pueden tener problemas para desarrollar su identidad porque es probable que tengan lagunas en su narrativa que no pueden llenar. Las preguntas sobre la identidad son particularmente importantes durante la adolescencia.
Intimidad:
A los niños adoptados les puede resultar difícil establecer relaciones íntimas y de confianza, especialmente si han vivido con varias familias diferentes o si han sido víctimas de abuso.
Dominio y control:
Dependiendo de la edad y de las circunstancias de la adopción, algunos niños pueden sentir que han perdido el control sobre sus vidas.
Ahora Te Contamos Algunas Sugerencias Para Abordar Estos Problemas:
Sé honesto y abierto:
Los niños adoptados pueden tener problemas de identidad, por lo que es muy importante ayudarles a crear una identidad sólida y una narrativa personal. Haz de la adopción un tema normal de conversación. Si el niño tiene tienen preguntas para las que no tenemos respuesta, hay que decírselo. Ten la mayor información posible sobre la familia biológica de tu hijo. No le mientas sobre el hecho de que es adoptado o las circunstancias de la adopción. Amanda Baden, que lleva 25 años examinando la adopción, publicó un estudio hace unos años sugiriendo que es mejor revelar la información antes de que el niño cumpla tres años. Baden descubrió que los niños que podían recordar el momento en el que les contaron que eran adoptados (sobre los 3 años o más mayores) tenían mayores niveles de angustia que aquellos niños que no recordaban haber tenido “la conversación”. Una de las cosas más difíciles de que te lo digan más adelante en la vida es darte cuenta de que todos los demás (abuelos, tíos, amigos) sabían la verdad y te la ocultaron.

Algunas personas pueden argumentar que es mejor esperar hasta que el niño tenga la edad suficiente para poder comprender realmente los entresijos del proceso de adopción, pero si lo piensas hablamos todo el tiempo con los niños pequeños sobre cosas que no pueden entender completamente (el espacio, el cambio climático, la extinción de los dinosaurios). Cuando son pequeños, comprenden los conceptos básicos de la adopción y, a medida que crecen, lo irán entendiendo mejor, sabiendo que nunca les mintieron. Si mientes a tu hijo y se entera, digamos cuando tenga 14 años, tendrá que reconstruir su propia identidad, lo que dañará su autoestima y su relación contigo. Si descubren que les mentiste sobre algo tan importante, les resultará difícil volver a confiar en tí y cuestionarán todo lo que les han contado.
Considera mantenerte en contacto con la familia biológica de tu hijo:
Numerosas investigaciones demuestran que los niños que mantiene contacto con sus familias biológicas, suelen llevar mejor los sentimientos de pérdidas y dolor, y encuentran más fácil desarrollar su identidad y narrativa. Además, mantener el contacto con sus familias biológicas puede ayudar a los niños a acceder a información médica importante, tener más adultos que los apoyen en sus vidas, comprender su herencia cultural y étnica y relacionarse con la familia biológica como personas reales en lugar de denigrarlos o idealizarlos. Por supuesto, cada familia es diferente y solo vosotros podéis considerar qué funciona mejor para vuestro hijo.
Crea un hogar con mucho amor, limites y estable:
Las investigaciones muestran que a todos los niños les va mejor en hogares cálidos, afectuosos y estables. Esto no significa ser laxo o no tener reglas. La idea es ser muy cariñosos pero al mismo tiempo establecer límites claros. Esto le dará al niño una sensación de seguridad.
Tener una rutina constante es clave para cualquier niño, pero aún más para los niños adoptados que a menudo han experimentado entornos inestables e inseguros. Dependiendo de la edad del niño, es posible que haya experimentado una pérdida de control, por lo que permitirle tomar algunas decisiones (por ejemplo, qué actividades extracurriculares realizar, cómo decorar su dormitorio) le ayudará a desarrollar confianza y ganar cierta sensación de control.
Ser demasiado punitivo en la forma de disciplinar a su hijo puede no ser una buena idea porque puede profundizar su baja autoestima. En su lugar, trate de utilizar elogios (por ejemplo, «¡Has ordenado muy bien!») y recompensas (por ejemplo, «Si te bañas ahora, puedes mirar televisión más tarde») en lugar de castigos.
Trabaja mano a mano con el colegio de tu hijo:
Los niños pasan alrededor de 15.000 horas en el colegio, por lo que es muy importante que los profesores conozcan las circunstancias de tu hijo, de lo contrario no podrán apoyarlo de manera efectiva. Los niños adoptados tienen más probabilidades de ser expulsados del colegio y de dejarlo antes de terminar. Sin embargo, siempre que los niños cuenten con el apoyo de sus familias adoptivas y sus colegios, no hay ninguna razón por la que no puedan prosperar académicamente. Es importante que el personal del colegio esté formado sobre las necesidades que pueden tener los alumnos que han sido adoptados para que les puedan apoyar de manera eficaz.
Ten cuidado con los elogios y evita comparar a tu hijo con los demás:
Algunos niños adoptados tienen baja autoestima y un profundo sentimiento de vergüenza. Si tus elogios son demasiado exagerados («¡Eres el chico más inteligente del mundo!»), es posible que no te crean y que su baja autoestima se acentúe. Siempre es mejor elogiar sus comportamientos («¡Mira cuánto esfuerzo pusiste en ese examen, y has sacado un 10!») que su personalidad («¡Has sacado un 10, que listo eres!”). Además, trata de no comparar a tu hijo con sus hermanos (si los tienen) u otros miembros de la familia.
Concéntrate en la salud mental de tu hijo:
Los niños adoptados tienen más probabilidades de experimentar dificultades emocionales, sociales y de salud mental que los niños no adoptados. La mayoría de los niños adoptados han experimentado un trauma y necesitan tiempo y apoyo para superarlo. Las experiencias negativas tempranas, como la negligencia y el abuso, alteran la estructura y el funcionamiento del cerebro del niño, así como los sistemas que gestionan el estrés. Puedes ayudar a tu hijo proporcionándole un entorno estable y predecible tanto en casa como en el colegio para que empiece a ver el mundo como un lugar seguro. Algunos niños pueden necesitar apoyo profesional en algunos momentos de su vida.
Conoce los recursos disponibles para utilizarlos cuando los necesites:
Algunas familias adoptivas pueden necesitar mucho apoyo mientras que otras necesitan poco o nada. Algunas pueden necesitar un apoyo diferente en determinadas etapas de la vida. En cualquier caso, es bueno saber qué recursos hay disponible en caso de que lo necesite. Servicios de terapia, servicios de salud mental, grupos de apoyo, clases para padres pueden resultar útiles.
Esperamos que hayas encontrado útil este artículo. Escríbenos si tienes alguna pregunta o quieres sugerirnos temas sobre los que escribir.
Si necesitas apoyo personalizado, recuerda que tienes disponible a tu terapeuta. ¡Te estamos esperando!
Con todo nuestro cariño ,
Ana
Nos ha pasado a todos: Estás en el supermercado con tu hijo de 2 años. Intentas distraerle para que no vea las galletas pero las ve y cuando le dices que es tarde para comer galletas y que no se las vas a comprar, ya sabes lo que viene: Crisis total en el pasillo 31 del supermercado. Algunos clientes te miran con cara de «Qué mal padre» mientras otros ponen cara de «Te entiendo totalmente, no te preocupes«. ¿Y tú qué haces? ¿Sacas a tu hijo a rastras del supermercado o le dejas llorando y pataleando en el suelo durante los 20 minutos más largos de tu vida?
Veamos la ciencia detrás de las rabietas.
¿Qué Es una Rabieta?
Son episodios breves de conductas extremas y en ocasiones agresivas en respuesta a la frustración o la ira. Por lo general, incluyen: llorar, golpear, arrojar objetos, morder, empujar, y contener la respiración.
¿Por qué Ocurren las Rabietas?
Suceden porque en esta etapa a tu hijo le resulta muy difícil controlar sus emociones. A esta edad los niños cuando están felices, están MUY felices y cuando están enfadados, están MUY enfadados. Al mismo tiempo, los niños se vuelven más independientes. La mayoría de ellos ahora pueden caminar y con esta recién adquirida independencia física, quieren que se les permita hacer cosas. Y cuando les dices “NO”, comienza la frustración. Y como no pueden controlar esa frustración y no tienen la capacidad de decirte cómo se sienten, ¡comienza la rabieta!

Entonces… ¿Puedo Evitar que Ocurran las Rabietas?
Buenas noticias: ¡Sí! Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por eso, la prevención es la mejor forma de evitarlas.
Algunos Consejos Útiles Son:
- Establece una rutina constante para que el niño sepa cuándo es hora de acostarse, bañarse, comer y jugar.
- Lleva siempre algo de comer cuando estés fuera de casa para evitar que tu hijo tenga hambre y se ponga de mal humos.
- Si es posible, evita actividades “aburridas” como ir al supermercado o a la oficina de correos a la hora de la siesta o de la cena, cuando es más probable que tu hijo esté cansado e irritable.
- Ten juguetes listos para distraer a tu hijo si comienza a frustrarse.
La Teoría Está Muy Bien Pero No Pude Evitar la Rabieta y Ahora Me Enfrento a una Rabieta Bestial: ¿Qué Hago?
No hay mucho que puedas hacer una vez que comienza la rabieta. Lo mejor que puedes hacer es esperar. Asegúrate de que tu hijo esté seguro (a veces se pueden golpear la cabeza contra la pared o el suelo), y quédate cerca pero no hagas nada. Una vez que terminen, sécale las lágrimas y redirige su atención a otra actividad.
No cedas. Si cedes a la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que cada vez que tenga una rabieta, obtendrá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso ver llorar y patalear a tu niño, pero lo mejor para él es esperar a que termine.
Mi Hijo Se Acerca a los Dos Años: ¿Con Qué Frecuencia Puedo Esperar que Ocurran Rabietas?

Las rabietas ocurren entre los dos y tres años de edad, pero pueden ocurrir incluso a los 12 meses. Ocurren en el 87 % de los niños de 18 a 24 meses, el 91 % de los de 30 a 36 meses y el 59 % de los de 42 a 48 meses. Suelen ocurrir una vez al día durante unos tres minutos. No existen diferencias en la prevalencia de rabietas entre niños y niñas.
A medida que el niño crece y aprende a expresar con palabras sus sentimientos, la frecuencia, duración y gravedad de las rabietas disminuyen (¡No desesperes! ¡Hay luz al final del túnel).
¿Qué Pasa con las Rabietas en el Caso de los Niños Neurodivergentes?
Los niños neurodivergentes pueden experimentar rabietas más frecuentes y agresivas porque suelen tener más dificultades para expresar sus sentimientos.
En el caso de los niños con autismo, es importante diferenciar entre rabietas y crisis nerviosas. Una crisis es más emocional, más fuerte, dura más y es más difícil de manejar que una rabieta. Una crisis ocurre cuando el niño se siente abrumado sensorial o emocionalmente. Es un signo de angustia que el niño no puede controlar. Las crisis pueden durar hasta 20 minutos y pueden ocurrir a cualquier edad.
Al igual que las rabietas, las crisis pueden prevenirse reconociendo los desencadenantes y utilizando técnicas como la distracción y manteniendo una rutina constante. Lo más importante que debe hacer en caso de una crisis nerviosa es asegurarse de que su hijo esté seguro y no pueda lastimarse mientras dure.
Entiendo Cómo Cuidar a mi Hijo Durante una Rabieta o una Crisis, Pero ¿Qué Pasa Conmigo?
Las rabietas y las crisis pueden llevarte al límite. Estamos contigo.
Intenta mantener toda la calma que puedas. Si crees que vas a perder el control, asegúrate de que tu hijo esté a salvo y sal de la habitación unos segundos para calmarte. Otra técnica útil es llamar a un amigo y charlar para distraerte mientras te asegura sde que tu hijo esté seguro. O pedirle a un vecino que entre en casa.
Los niños pequeños pueden hacerte perder los nervios. Intenta mantener la calma y no perder la paciencia. Y recuerda, aunque a veces lo parezca, esta fase no durará para siempre.
Esperamos que hayas encontrado útil este artículo. Recuerda que te puedes pone ren contacto con tu expert de REC Parenting para comentarle cualquier duda. Si tienes alguna pregunta o comentario, envíanos un correo electrónico a hello@recparenting.com Estamos aquí para ayudarte a tí y a tu familia.
Con todo nuestro cariño,
Ana
Ser neurodivergente significa tener un cerebro que funciona de manera diferente a la persona “típica”. La clave es que estas diferencias no se ven como déficits, sino que también se ven como… diferencias, ni mejores ni peores, solo diferencias.
La neurodiversidad engloba un amplio abanico de condiciones, entre las que se incluyen: TDAH, dispraxia, dislexia, discalculia, síndrome de Down, epilepsia, síndrome de Tourette, tics, altas capacidades…
Aproximadamente 1 de cada 6 niños es neurodivergente. Ser padre de un niño neurodivergente es complicado pero ser padre de un niño que neurodivergente y además trabajar puede parecer imposible. Estos padres tienen que solucionar crisis frecuentes, experimentan estigmatización en muchas áreas de la vida y pueden estar preocupados por su puesto de trabajo si tienen que ausentarse con frecuencia.
No es de extrañar que los padres de niños neurodivergentes abandonen el mercado laboral en tasas muy altas. El agotamiento, los horarios impredecibles y los diferentes niveles de atención requeridos son algunas de las razones. Sin embargo, sabemos que el 60% de los padres no le dicen a su empleador que tienen un hijo neurodivergente.
Es fundamental saber cómo ayudar a los padres que cuidan de niños neurodivergentes. Estos padres se enfrentan a desafíos adicionales, pero también es probable que desarrollen habilidades muy valiosas a partir de sus experiencias en una situación de crianza atípica, como la resiliencia, la negociación, la gestión del tiempo y la flexibilidad.

Cinco Estrategias para Apoyar a sus Empleados que Tienen Hijos Neurodivergentes
Proporcionales recursos especializados: cuando un padre sospecha o le dicen que su hijo puede ser neurodivergente, se enfrenta a la abrumadora y prolongada tarea de entender qué hacer, cómo encontrar los especialistas adecuados y dónde encontrar apoyo. Y debe hacer todo esto mientras lidia con su propio estado mental. Ofrecer recursos especializados en este momento puede cambiar la vida de un padre que trabaja. Los padres de niños neurodivergentes necesitan tener las habilidades y los recursos para sacar adelante a su familia.
Apoya su salud mental: los padres de niños neurodivergentes tienen 2.4 más probabilidades de tener problemas de salud mental que otros padres. Sufren altos niveles de estrés que contribuyen a la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud. Un fácil acceso a los servicios de apoyo de salud mental ayudará a los padres a cuidar de sí mismos, lo que les permitirá a su vez cuidar mejor de sus hijos.
La flexibilidad debe ser una política, no un beneficio: ofrece a los padres de hijos neurodivergentes cierto control sobre cuándo y dónde trabajar. Una reunión a las 9 p. m. en lugar de a las 4 p. m. puede funcionar mejor para ellos porque el niño ya está acostado.
Proporciona training a los responsables de padres con hijos neurodivergentes: no se puede esperar que los jefes o supervisores sepan de todo. Es imprescindible capacitarlos para que tengan las herramientas necesarias para saber cómo atender y apoyar a los padres de niños neurodivergentes.
Crea un lugar de trabajo verdaderamente inclusivo: los padres pueden no confiar en sus jefes o en recursos humanos por miedo a que piensen que no están comprometidos con su trabajo o por temor a que sus compañeros de trabajo y gerentes piensen que sus hijos son “raros” o “extraños”. Iniciativas como crear un grupo de padres, celebrar un “día o semana de la neurodiversidad” o un “día para llevar a la familia al trabajo” ayudarán a crear una cultura laboral inclusiva y favorable a la familia. No importa cómo sean las familias. Deben implementarse iniciativas para aumentar la participación y la concienciación.
En REC Parenting nos comprometemos a apoyar las necesidades de los padres de niños neurodivergentes. Si tiene algún comentario o consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Ana